El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, se vio involucrado este jueves por primera vez en un escándalo de corrupción de su partido.
Las revelaciones sobre una presunta contabilidad oculta que benefició a los altos mandatarios de la formación, fueron desmentidas inmediatamente por el Partido Popular (PP), de derecha, que preside Mariano Rajoy desde 2004.
Pero con el país sometido a una austeridad histórica y afectado por un paro galopante que supera el 26% de la población activa, esta información incrementa las sospechas sobre políticos que ya se enfrentan a una grave falta de credibilidad.
El malestar es aun más profundo al multiplicarse los presuntos casos de corrupción que salpican a las más altas instituciones del Estado.
La misma monarquía se ha visto salpicada por la imputación del yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, y del secretario personal de las infantas Cristina y Elena, las hijas del monarca, Carlos García Revenga.
El escándalo político nacido el 18 de enero rebrotó este jueves luego de la publicación del diario de centro-izquierda “El País” donde aparecen fotos de numerosas cuentas manuscritas, supuestamente establecidas por los tesoreros del PP entre 1990 y 2008.
En unas tablas subrayadas en amarillo figuran por primera vez como beneficiarios de “supuestos pagos” algunos de los principales dirigentes del partido: el mismo Mariano Rajoy, la actual número dos del PP, María Dolores de Cospedal, o el expresidente de Bankia, Rodrigo Rato.
“Entre los receptores de ese dinero figura desde 1997 Mariano Rajoy, presidente del gobierno y del partido, con anotaciones de cantidades siempre iguales (en pagos trimestrales o semestrales) que sumaban 25.200 euros al año”, señala el rotativo.
Según El País, las cuentas de los diferentes tesoreros recogen “capítulo de ingresos” correspondientes a “donaciones de empresarios, la mayoría del sector de la construcción, y tres de ellos imputados en el caso Gürtel”, una vasta red de corrupción que afecta al PP desde 2009.
“No hay ‘contabilidad oculta’ del Partido Popular”, señaló el PP en un comunicado.
El partido conservador español, que llegó al poder a finales de 2011, no ha dejado de desmentir en las últimas semanas que sus dirigentes recibieran salarios no declarados a través de empresas privadas, tal y como había publicado el 18 de enero El Mundo.
El periódico de centro-derecha, citando a fuentes de las sucesivas cúpulas directivas del partido, afirmó que Luis Bárcenas había repartido durante dos décadas sobres con 5 y 15 mil euros a los responsables de la formación como complemento de sus salarios oficiales.
Pero según El Mundo, Mariano Rajoy nunca se habría beneficiado de esos supuestos complementos salariales y ordenó el fin de esta práctica en 2009.
Tras la publicación de esa noticia, el jefe de gobierno ordenó una auditoria interna y otra externa de las cuentas del partido.
“Ante las informaciones publicadas hoy por el diario El País, el Partido Popular insiste en que las retribuciones a los cargos y personal del partido se han realizado siempre conforme a la legalidad y cumpliendo las obligaciones tributarias correspondientes”, aseguró este jueves el PP.
Una explicación insuficiente para la oposición socialista, que pidió a Mariano Rajoy que comparezca públicamente.
“Rajoy no puede seguir callado”, afirmó el Partido Socialista en su cuenta de Twitter ya que será Dolores de Cospedal quien comparecerá ante los medios al mediodía.
AFP
