Las predicciones y adivinanzas sobre el futuro parecen cautivar a millones de personas en el mundo. Por ese motivo, El Intransigente recopila las cinco predicciones más asombrosas de la historia.
1. El Primer Viaje a la Luna
El escritor de novelas de ciencia ficción Lester del Rey, comenzó en 1954 una de ellas del siguiente modo: «La primera nave espacial aterrizó en la Luna y el comandante Armstrong salió de ella…» Quince años después en 1969, el astronauta Neil A. Armstrong pisaba por primera vez la Luna.
2. Las Lunas de Marte
El escritor irlandés Jonathan Swift en (1667-1745) en su famosa obra Los viajes de Gulliver (1726), hacía mención de dos estrellas menores o satélites que giraban alrededor de Marte. Las dos lunas de Marte fueron descubiertas oficialmente en 1877, por el astrónomo estadounidense Asaph Hall (1829-1907) que las denominaría Fobos y Deimos. Jonathan Swift las describió en su libro con total precisión en cuanto a sus proporciones y sus órbitas.
3. Sueño Apocaliptico
Ed Sampson, redactor jefe del periódico estadounidense Boston Globe, soñó durmiendo una borrachera en agosto de 1883, que la isla indonesia de Pralape era devastada por la erupción de un volcán muriendo unas 36.000 personas.
Le pareció tan real su sueño que inmediatamente publicó la noticia. Tras comprobarse que tal isla no existía fue despedido. Sin embargo, un día después se conoció la noticia de que un volcán había destruido la isla de Krakatoa, con un número de víctimas muy parecido al que había dado Ed Sampson en su noticia.
Investigaciones posteriores dieron como resultado, que Krakatoa se había llamado Pralape hasta el siglo XVII.
4. Coincidencia Asombrosa con el Titanic
Morgan Robertson quien nació en 1861 fue un escritor que se especializo en historias del mar, uno de sus libros, Futilidad, escrito en 1898, lejos de ser el mejor que escribiera, le ha valido, sin embargo, cierta fama póstuma.
Esta novela corta sobre la debilidad del hombre frente a la fuerza del destino relata el naufragio del «transatlántico más grande construido por el hombre, el Titán. Este se despanzurra contra un témpano y se hunde, llevando a la muerte a la mayoría de sus pasajeros por falta de suficientes botes salvavidas”.
Pero las coincidencias no se detienen allí: el conjunto de concordancias es, en efecto, sorprendente. He aquí algunas de ellas, y entre paréntesis, los hechos equivalentes relacionados con el Titanic: travesía en el mes de abril (10 de abril de 1912), 70.000 toneladas de desplazamiento (60.000), eslora 800 pies (882,5), tres hélices (3 también), velocidad máxima 24 a 25 nudos (idéntica), capacidad máxima 3.000 pasajeros (la misma), 2.000 pasajeros a bordo (2.230), 24 botes salvavidas (20), 19 compartimentos estancos (15), tres motores (3 también), rotura del casco a estribor (idéntica).
Ahora bien, la novela Futílidad fue escrita nueve años antes de la construcción del Titanic.
5. Sueño Premonitorio
En mayo de 1979, David Bocth, un oficinista de Cincinnati, Ohio, es atormentado por una
pesadilla durante la cual asiste, impotente, a una catástrofe aérea en un gran aeropuerto del país.
El «ve» cómo un gran jet con los colores de los Estados Unidos levanta penosamente el vuelo, se inclina súbitamente y se estrella en la pista, estallando en una enorme explosión de fuego y humo negro. Cada vez el sueño es más preciso.
Después de consultar con su siquiatra, Booth decide advertir al aeropuerto de Cincinnati. Allí, los expertos tratan, sin éxito, de «adivinar», gracias a los detalles entregados, de qué aeropuerto se trata. Además, la compañía American Airlines refuerza las medidas de seguridad en sus grandes aviones. A pesar de todo, el 26 de mayo, en el aeropuerto de Chicago, un DC-10 de la American Airlines se estrella brutalmente al despegar, siguiendo el desarrollo exacto del drama soñado por David Booth. 237 personas encuentran la muerte