Reducir la sal en la dieta de los estadounidenses salvaría cientos de miles de vidas en un periodo de diez años, según un estudio reciente.
La sal excesiva, la principal fuente de sodio, contribuye a la hipertensión y a las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muertes en EE. UU.
Reducir inmediatamente el consumo de sal de las personas de los niveles actuales al límite máximo de la directriz del gobierno de EE. UU. (de 2,300 miligramos al día) salvaría entre 500,000 y 850,000 vidas en la próxima década, mayormente al reducir los ataques cardiacos y los accidentes cerebrovasculares (ACV), halló el estudio.
Reducir gradualmente los niveles de sodio en las comidas procesadas y de los restaurantes en 4 por ciento al año durante 10 años salvaría entre 280,000 y 500,000 vidas en una década, concluyeron los investigadores.
El estadounidense promedio consume alrededor de 3,500 mg al día, y los hombres tienden a ingerir mucho más, según el estudio, que aparece en la edición del 11 de febrero de la revista Hypertension.
«No importa cómo se mire, la historia es la misma: la reducción del sodio tendría unos beneficios inmensos», aseguró en un comunicado de prensa de la Universidad de California la autora líder del estudio Pam Coxson, matemática de la universidad, en San Francisco.
Para el estudio, los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de EE. UU. reunieron a tres grupos de científicos que utilizaron modelos computarizados distintos para calcular cómo reducir la ingesta de sal salvaría vidas.
Todos los modelos mostraron beneficios sustanciales y constantes si la ingesta actual de sodio se redujera a un nivel cercano al límite superior de las directrices federales.
Muchas personas creen que sacar el salero de la mesa del comedor reduciría su consumo de sodio a un nivel saludable, pero el 80 por ciento del sodio consumido por los estadounidenses proviene de las comidas procesadas, señaló Coxson.
El pan y otros cereales conforman alrededor de un tercio de la ingesta diaria de sodio. Otros tipos de alimentos procesados que tienen niveles muy altos de sodio incluyen la sopa en lata y las carnes procesadas. Incluso el pollo fresco a veces es inyectado con soluciones de sal antes de empacarlo. Las comidas de los restaurantes también son ricas en sodio.
En los ámbitos comerciales, la sal se añade principalmente para el sabor, y a veces para conservar la comida.
Fuente: (HealthDay News)