No es nuevo que la producción industrial de alimentos y bebidas trae aparejado el uso de productos químicos, peligrosos para la salud humana, convirtiendo la alimentación convencional en un cóctel de sustancias peligrosas.
Una de ellas, presente durante mucho tiempo en refrescos y gaseosas es el aceite vegetal bromado (BVO). Según cientos de denuncias e investigaciones, esta sustancia posee efectos secundarios como trastornos neurológicos, alteración de las hormonas y la tiroides, incluyendo incluso infertilidad.
La peligrosidad del aceite vegetal bromado, conocido por sus siglas BVO, es de conocimiento público en la producción alimenticia aunque no tanto entre los consumidores, y lo peor, «es ampliamente utilizado en el mundo», explicaron aDiarioVeloz.com, desde La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica ANMAT.
«Su función es estabilizante, en especial de los saborizantes cítricos en las bebidas. Esta sustancia al mezclarse con otros aceites les confiere una densidad mayor, por lo que el saborizante retarda su evaporación, permaneciendo más tiempo en la bebida», detallan desde el organismo.
Se trata de un aditivo descubierto en la década del treinta, que originariamente fue considerado como seguro conforme las normas de los Estados Unidos y en 1970 su empleo fue restringido por el Code of Federal Regulations (CFR) de Estados Unidoshasta una concentración máxima de 15 mg/kg.
Desde el ANMAT aseguran que «si bien el BVO se utilizaba en Argentina» en los últimos años «se disminuyó la concentración máxima de esta sustancia en el Código Alimentario Argentino (CAA), llevándola a valores de 15 mg/kg, valor que se mantuvo vigente en nuestro país hasta el año 2007 en que los Estados Parte del MERCOSUR decidieran retirarla de la LISTA GENERAL ARMONIZADA DE ADITIVOS ALIMENTARIOS Y SUS CLASES FUNCIONALES». (Resolución Conjunta ex-SPRyRS N° 38/2007 y ex-SAGPyA N° 74/2007, que incorporó al CAA la Resolución MERCOSUR N° 11/06), informa diarioveloz.com en su portal.
Asimismo, a nivel mundial y más allá del Mercosur, Europa no permite el empleo de esta sustancia, así como tampoco lo hacen Japón e India. Por el contrario se mantiene vigente en Estados Unidos y Canadá.
Desde el ANMAT, aseguran que los motivos que dieron origen a la eliminación de este producto de la lista de aditivos permitidos en bebidas, son los problemas de salud que provocaba en la población el consumo excesivo de estas bebidas, así se verificó enrojecimiento de la piel con presencia de pápulas y pústulas, pérdida de memoria, temblores, fatiga, pérdida de coordinación muscular, dolor de cabeza y caída de párpados, con incremento de los valores de cloro en sangre que hacía en algunos casos necesario el empleo de diálisis para la cura del paciente.
Asi todo especialistas recomiendan estar atentos a las etiquetas de las gaseosas.