A veces un pequeño descuido puede traer grandes complicaciones, sobre todo cuando se trata de los niños activos y curiosos que pueden llevarse cualquier cosa a la boca. Tal es el caso cuando toman por error algún medicamento, aunque sea de venta libre o parezca inofensivo. Las gotas de los ojos o de la nariz, por ejemplo, pueden provocarles lesiones importantes. Aquí te contamos más detalles sobre este tema y cómo mantener los medicamentos fuera del alcance de tus niños.
A los niños pequeños les encanta tocar todo, se sienten atraídos por las texturas y los colores y son capaces de llevarse cualquier cosa a la boca. Así, cualquier tipo de medicamento, sobre todos los que son de distintos colores, puede llamar la atención de los niños, que sin temor y con total ingenuidad pueden confundirlos con caramelos o golosinas.
Del mismo modo, las pequeñas botellitas de gotas que se usan para aliviar el enrojecimiento de los ojos, lo mismo que los aerosoles nasales descongestionantes, pueden resultarles divertidas para jugar. Sin embargo, no saben que les podría causar complicaciones más o menos graves de salud.
Por ejemplo, tragar apenas 1 o 2 mililitros de colirio o gotas para los ojos o aerosol nasal (ten en cuenta que una cucharita de té puede contener alrededor de 5 mililitros) que contengan derivados de un medicamento llamado imidazolina (como etrahidrozolina, oximetazolina o nafazolina) pueden provocar efectos graves en los niños pequeños.
Específicamente, entre 1985 y 2012, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) identificó 96 casos de niños entre 1 a 5 años que accidentalmente tragaron productos que contenían estos ingredientes. Si bien ninguno de los niños falleció, más de la mitad tuvo que ser hospitalizado a causa de los síntomas que les causaron. Estos síntomas incluyeron: náuseas, vómitos, somnolencia, taquicardia (latidos rápidos del corazón), hipotensión (presión baja), hipertensión (presión alta), hipotermia (disminución en la temperatura corporal) y coma, entre otros.
Y estos fueron sólo algunos de los casos de intoxicación con medicamentos en el hogar. Según la iniciativa educacional Fuera del Alcance y de la Vista de los Niños, en la cual colabora la FDA, más de 60 mil niños pequeños terminan en salas de emergencia todos los años, por haber tomado medicamentos mientras los adultos no los veían.
Y es que frecuentemente es cuestión de unos minutos para que estos expertos exploradores encuentren justo eso que no debían tomar. Por eso, es tan importante que tanto tú como cualquier otra persona que esté a cargo de los niños, tenga ciertos cuidados para evitar que los pequeños se traguen los medicamentos por error. Toma nota y ponte en acción para protegerlos:
- Conserva todos los medicamentos en un lugar lo suficientemente alto como para que los niños no puedan verlos ni alcanzarlos. Hasta las vitaminas pueden tener efectos dañinos si se toman de manera incorrecta o si lo toma la persona indebida.
- Nunca dejes medicinas ni vitaminas sobre la encimera o mesada de la cocina o al lado de la cama de un niño enfermo, aunque tengas que darle una dosis en pocas horas.
- Si la botella de la medicina tiene una tapa de seguridad, gírala hasta que escuches un clic o hasta que no puedas girarla más. Si no tiene traba de seguridad, entonces asegúrate de cerrarla bien y, en cualquiera de los dos casos, guárdalas siempre en donde los niños no la puedan ver ni alcanzar.
- Recuérdales a las niñeras, a los invitados y a los visitantes que si tienen medicamentos en sus bolsos de mano, carteras o sacos los mantengan en donde los niños no los puedan ver o alcanzar.
- Explícales a tus hijos qué son los medicamentos y por qué eres tú quien debe dárselos.
- Aunque te cueste trabajo que se tomen su medicina, nunca le digas que los medicamentos son golosinas para lograr que se los tomen.
- Evita tomar tus medicamentos frente a los niños pequeños, pues a ellos les gusta imitar lo que hacen los adultos.
Con estos sencillos cuidados reducirás las posibilidades de que tus niños tomen medicamentos por error. Pero como los accidentes a veces simplemente pasan, ten siempre a la mano el número de emergencias a donde puedas llevar a tus niños en caso de que se traguen gotas nasales o de los ojos, o en caso de que tomen cualquier otra medicina por error. Anótalo junto al teléfono en casa y también guárdalo en tu celular, para que puedas actuar con rapidez y así puedas evitar o disminuir el riesgo de complicaciones.
fuente: vidaysalud.com