CHELYABINSK. Todavía no se han encontrado los fragmentos del meteorito cuya onda expansiva dejó el viernes mas de un millar de heridos en los Urales de Rusia y su búsqueda fue suspendida este domingo, dos días después de producirse esta inusual catástrofe.

Meteorito



«Hemos tomado la decisión de suspender la búsqueda. No vamos a seguir por hoy» dijo a la AFP un portavoz del ministerio de Situaciones de Emergencia, Vyacheslav Ladonkin.

Los buzos del ministerio habían inspeccionado el sábado, con temperaturas de casi veinte grados bajo cero, el fondo de un lago de la región donde presuntamente cayeron los fragmentos.



Pero nada fue hallado en este lago, cuya superficie helada mostraba un orificio de seis metros de diámetro.

«Los buzos estuvieron trabajando allí, pero no encontramos nada», dijo el portavoz Ladonkin.

El ministerio dijo que sus equipos de buzos intentaron identificar el lugar de la caída de los fragmentos basándose en el testimonio de los habitantes, que vieron caer del cielo bolas de fuego.

El objetivo es identificar la naturaleza de esos fragmentos, para explicar cómo la caída del meteorito pudo tener consecuencias tan graves. En efecto, los cuerpos celestes suelen quemarse y desintegrarse al entrar en la atmósfera terrestre.

El meteorito cayó en la región de la ciudad de Chelyabinsk el viernes por la mañana, causando una fuerte luminosidad en el cielo que sorprendió a los habitantes, quienes rápidamente se agolparon en las ventanas para contemplar el fenómeno.

Instantes después, la onda expansiva reventó los vidrios, causando heridas a unas 1.200 personas.

Cuarenta personas seguían hospitalizadas este domingo, la mayoría con cortes, huesos rotos y contusiones, dijo a la televisión Rossiya Channel una fuente médica de un hospital de Chelyabinsk.

También este domingo se abrió un centro especial para proporcionar ayuda psicológica, según la administración local.

Los operarios seguían reemplazando las ventanas rotas por el meteorito, que dañó cerca de 5.000 edificios.

AFP