El café u otras bebidas con cafeína que una mujer consume en el embarazo podrían aumentar las probabilidades de un recién nacido con bajo peso o de un embarazo prolongado, señala un estudio reciente.
Los investigadores incluyeron datos sobre casi 60,000 mujeres noruegas.
«Dado que el riesgo de tener un bebé de bajo peso al nacer se asoció con el consumo de cafeína, se puede aconsejar a las mujeres embarazadas que reduzcan su ingesta de cafeína todo lo que puedan durante el embarazo», señaló la investigadora líder, la Dra. Verana Sengpiel, obstetra y ginecóloga de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Sahlgrenska en Gotemburgo, Suecia.
Cree que los hallazgos deben también fomentar una reevaluación de las recomendaciones actuales del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists), que aconsejan que la ingesta de cafeína de una mujer embarazada no supere las dos tazas de café al día.
Sin embargo, dado que el estudio fue observacional, no puede establecer causalidad entre la cafeína y el bajo peso al nacer, enfatizó Sengpiel. «No podemos afirmar a partir de nuestros datos si la cafeína es la sustancia específica responsable de que el feto tenga un mayor riesgo de [convertirse en] un bebé de bajo peso, y tampoco estudiamos si esos bebés en realidad tenían problemas especiales de salud en el periodo neonatal», apuntó Sengpiel.
El informe aparece en la edición en línea del 18 de febrero de la revista BMC Medicine.
En el estudio, el equipo de Sengpiel tomó en cuenta todas las fuentes de cafeína, que incluyen el café, el té, los refrescos y alimentos como el cacao (que se halla en los postres y en el chocolate) en casi 60,000 embarazos registrados por el Instituto Noruego de Salud Pública.
Hallaron que aunque la cafeína no se relacionó con el parto prematuro, la cafeína de todas las fuentes se relacionó con un mayor riesgo de bajo peso al nacer.
Por ejemplo, si se esperaba que un bebé pesara unos 3.6 kilos (7 libras y 15 onzas) al nacer, cada 100 miligramos de cafeína consumidos a diario por la madre reducían el peso del recién nacido en casi 28 gramos (1 onza), reportaron los investigadores.
Según la Clínica Mayo, la taza promedio de café estilo estadounidense contiene entre 95 y 200 miligramos (mg) de cafeína.
Además, cada 100 mg de cafeína consumida al día aumentaba la duración del embarazo en cinco horas. Y cuando la cafeína provenía del café, y no de otras fuentes, la duración del embarazo se extendía en ocho horas adicionales, hallaron los autores del estudio.
Dado este hallazgo, es probable que no se trate solo de la cafeína, sino de algo más en el café que hace que el embarazo se alargue, añadieron los investigadores.
La Dra. Jennifer Wu, obstetra y ginecóloga del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, señaló que «otros estudios han indicado que la cafeína puede afectar el peso fetal, así que esto concuerda con los hallazgos de otras investigaciones».
No está claro por qué la cafeína podría tener ese efecto, apuntó.
«Sabemos que la cafeína cruza la placenta y que el bebé no la puede metabolizar muy bien, [así] que podría afectar algunos de los factores asociados con el crecimiento», teorizó Wu.
Aconsejó que las mujeres limiten la cantidad de cafeína que consumen en el embarazo. La Organización Mundial de la Salud plantea 300 mg al día, pero en EE. UU. la cantidad recomendada es de 200 mg al día, añadió.
Wu anotó que esa es la cantidad de cafeína que se halla en dos tazas pequeñas de café, no en un «café tamaño Starbucks». Hay menos cafeína en una taza de té, o en un trozo de chocolate, que contiene unos 35 mg de cafeína, comentó.
Por Steven Reinberg, Reportero de Healthday