Santo Domingo. Por este medio quiero expresar mi respaldo total al presidente de la República Dominicana, Danilo Medina Sánchez, por asumir con mucha valentía el pedido para que sea revisado el contrato con la empresa minera Barrick Gold.
Señor presidente, mis respetos hacia su persona, solo un hombre con pantalones y consciente de que las riquezas de República Dominicana le pertenecen a sus habitantes puede tomar la iniciativa que el 27 de febrero anunció al pueblo dominicano.
El oro es nuestro petróleo y no podemos recibir migajas como premio de consolación ante lo que es un abuso contra nuestra nación.
El presidente Danilo Medina afirmó en el congreso que para el Estado y el pueblo dominicanos resulta inaceptable mantener un contrato como el que opera la Barrick Gold, que se queda con el 97 por ciento de los beneficios obtenidos con la explotación y venta del oro que extrae de suelo dominicano, en tanto que a República Dominicana, que es la dueña de esos yacimientos, apenas le corresponde el 3 por ciento, que para el jefe del Estado son “migajas”.
Medina advirtió: “Quiero que me escuchen bien: El oro que subyace en el suelo de la patria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón, es del pueblo dominicano, de nadie más”.
Esta decisión, esta posición de defensa hacia lo que nos pertenece reivindica la dominicanidad, el saber que hay esperanzas de cambio, de mejoría, demostrando que somos un país soberano, libre de toda dominación extranjera.
Señor presidente no tenga miedo, que le apoyamos y estamos dispuestos a defenderlo aunque reciba presiones de embajadas, empresarios o sectores poderosos del mundo que ahora hablan de seguridad jurídica, pero esos que reclaman seguridad jurídica no salieron a decir que el contrato es injusto, que lo que el Estado recibe no es lo que corresponde.