El gobierno del presidente José Mujica anunció ayer oficialmente que otorgará hasta 40 licencias para la producción y elaboración del cannabis sativa que luego se suministrará en cantidades limitadas a quienes estén interesados en adquirirla por esta vía.
En el marco del proyecto impulsado ocho meses atrás por el mandatario para combatir el tráfico de drogas prohibidas, el ministro uruguayo del Interior, Eduardo Bonomi, explicará en México la próxima semana la decisión.
La idea primaria es que el Estado otorgue entre 20 y 40 licencias para producir marihuana en predios que no podrán ser mayores a una hectárea. «Seguramente como máximo se plantarán 20 hectáreas y si se dan 40 licencias, podrían ser 30 hectáreas en todo el país», aseguró el director de la Junta de Drogas, organismo dependiente de la presidencia de la República.
«Hemos comprobado que a nivel internacional hay mucha atención e interés por la propuesta del presidente (José) Mujica en el tema de la marihuana», destacaron hoy fuentes del Ministerio del Interior, citadas por la agencia noticiosa EFE.
Bonomi asistirá al foro regional «Seguridad Ciudadana, Política de Drogas y Control de Armas«, que se celebrará en Ciudad de México entre el 6 y el 7 de marzo.
En el encuentro tomarán parte además ministros de Colombia, Costa Rica, Guatemala y México, agregaron los informantes.
l ministro destacó que la actividad del narcotráfico tiene «tres bases», la producción, el mercado y el tráfico.
Los países desarrollados «en su guerra» (contra las drogas) «no tocan el mercado, porque ellos mismos son los principales demandantes», señaló.
Entonces «dan lucha para afectar la producción y el tráfico en los países dependientes, que son los que ponen los muertos», enfatizó Bonomi en declaraciones publicadas en la página digital de la Presidencia uruguaya.
Para el ministro, la idea del Gobierno de legalizar la marihuana, que genera polémica a nivel interno e internacional, «no significa promover la droga» sino «buscar una producción regulada y que el consumo se combata con campañas educativas».
El presidente Mujica señaló en varias ocasiones, la última de ellas a finales de enero, que«los hechos, a cincuenta y pico de años de represión, señalan en forma contundente que esto (el tráfico de drogas) aumenta en forma permanente».
«Los latinoamericanos estamos en el medio de este baile» y el tráfico de drogas «ha generado una verdadera sangría en el continente y amenaza con multiplicarse»,agregó Mujica.
El presidente uruguayo destacó que «el gran mercado» para el tráfico de drogas «está en Estados Unidos, que no ha encontrado la forma de disminuir o eliminar el consumo interno».
Tras definir como «espantoso» el tráfico de drogas, el mandatario alertó sobre su relación con otras «metodologías» del delito como «los sicarios o los ajustes de cuentas» y se lamentó del «fracaso permanente» de la represión contra el narcotráfico.
Poco antes, Mujica afirmó que su proyecto de legalizar la compraventa de marihuana en el país tiene por objetivo combatir el narcotráfico, al que definió como «el peor flagelo de América Latina».
El proyecto de ley, actualmente a estudio del Parlamento, autoriza al Estado a asumir «el control y la regulación de actividades de importación, exportación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución de cannabis (marihuana) o sus derivados»
Mujica frenó a mediados de diciembre su iniciativa de legalizar la compraventa de marihuana y exhortó a sus colaboradores a educar a la gente para intentar que la iniciativa logre el apoyo popular del que ahora carece.