Cuando están estresadas, ya sea por dar un examen o enfrentarse a un reto laboral, las personas suelen calmar la ansiedad comiendo ciertos tipos de alimentos, como dulces y comidas procesadas.
No obstante, la ingesta de éstos se convierte en un arma de doble filo: si bien en un inicio nos complacen y calman momentáneamente la ansiedad, nos llevan a exacerbar más esta molesta condición.
Según Heather Bauer, nutricionista y fundadora del sitio web Bestowed.com, cuando uno está estresado “naturalmente consume las comidas inadecuadas porque éstas elevan los niveles de cortisol (la llamada ‘hormona del estrés’)”.
“Las personas suelen atracarse de comida que sea alta en grasa, azúcar y sal porque éstas directamente aumentan los niveles de cortisol”, agregó.
Ante ello, y con ayuda de expertos como Bauer, The Huffington Post elaboró una lista de los alimentos que jamás deberías consumir cuando estás bajo presión, la cual te mostramos en parte a continuación.
1.- Comidas picantes.
Si estás experimentando problemas de digestión debido al estrés, es mejor que te alejes de las comidas picantes ya que pueden agravar la situación.
En este sentido, Bauer explicó que las personas que se estresan con facilidad no logran procesar muy bien las comidas pues “baja el metabolismo y hace más difícil digerir la comida, por lo que ésta se queda en el estómago por más tiempo. Esto lleva a problemas como el reflujo ácido, y la comida picante puede empeorarlo”.
2.- Bebidas energéticas.
De acuerdo al nutricionista Jackson Blatner, autor del libro “La Dieta Flexitariana”, las bebidas energéticas y bebidas colas son uno de los peores alimentos para el estrés ya que tienen altos niveles de cafeína y azúcar. La combinación de ambos elementos puede incluso añadir estrés a tu cuerpo, advirtió.
En este sentido, el especialista precisó que las bebidas energéticas pueden empeorar los períodos estresantes por el modo en que la cafeína afecta al sueño: uno de estos líquidos puede contener una cantidad de cafeína equivalente a la de tres tazas de café, lo que eventualmente llevaría a la insomnia -un agravante del estrés-.
3.- Dulces.
Al estar estresadas las personas suelen “premiarse” con dulces. Pero el azúcar de éstos contribuye a un aumento en las hormonas del estrés: “Naturalmente, nos enfocamos en ingerir los alimentos menos adecuados porque elevan nuestros niveles de cortisol”, dijo Bauer.
El azúcar en la sangre y los aumentos de la insulina que acompañan el consumo de azúcar refinada pueden provocar irritabilidad y aumentar los atracones de comida.
4.- Comidas procesadas.
Las comidas procesadas, altas en sodio, grasa y aditivos artificiales, pueden darnos placer en momentos de ansiedad pero también elevar nuestros niveles de estrés. En palabras de Bauer, “Los alimentos altos en grasa, azúcar y sal son las comidas que directamente aumentan nuestros niveles de cortisol. Por eso es que nos dan atracones de comida cuando estamos estresados, como resultado de aquello”.
5.- Alcohol.
Si eres de los que piensan que un vaso de vino “los relaja”, estás equivocado. Así se indica en un estudio publicado en 2008 por el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, que dice que el alcohol estimula la liberación de cortisol. Específicamente, la investigación determinó que los bebedores y quienes recientemente han aumentado su consumo de alcohol tienen mayores niveles de la “hormona del estrés”.
Lo anterior fue respaldado por una investigación publicada en 2011 por la Universidad de Chicago, la cual postula que el estrés y el alcohol “se alimentan”. De acuerdo al estudio las personas eventualmente recurren al alcohol para calmar las consecuencias emocionales del estrés, pero lo que hace este estado es reducir, precisamente, los “buscados” efectos del alcohol.