PEKÍN.Casi 330 millones de abortos fueron practicados en China entre 1971 y 2010, según cifras publicadas por el ministerio de Salud.
El ministerio dio a conocer en enero las estadísticas sobre las esterilizaciones y los abortos, antes de anunciar que se fusionaba con la Comisión Nacional de la Población y de la Planificación Familiar.
Algunos observadores interpretan esta reorganización como el preludio de una flexibilización del número de nacimientos permitido en China, pero importantes responsables del país afirmaron justo lo contrario esta semana.
«La planificación familiar va a reforzarse, y no a debilitarse», declaró Wang Feng, jefe adjunto de la oficina de la reforma del sector público citado por la agencia China Nueva.
«Después de la reforma, China seguirá con su política de planificación familiar», aseguró por su parte el secretario general del gobierno, Ma Kai.
Desde el comienzo de los años 1980, el límite del número de nacimientos impuesto a todos los chinos y la política del hijo único para los residentes en las ciudades permitió, según Pekín, evitar unos 400 millones de nacimientos en el país más poblado del mundo, que contaba con 1.354 millones de habitantes al final de 2012.
Pero los abortos también sirvieron para la eliminación selectiva de embriones y fetos femeninos, lo que redujo en decenas de millones el número de mujeres.
El número de abortos fue superior a 10 millones por año entre 1982 y 1992, con topes de más de 14 millones en 1983 y 1991, señala el ministerio de Salud.
La limitación de los nacimientos trajo consigo un gran número de abortos forzados, actualmente prohibidos, al menos en teoría porque en algunas regiones se siguen practicando.
El pasado mes de junio, el caso de una mujer obligada a abortar cuando estaba embarazada de siete meses provocó un escándalo y obligó a las autoridades a disculparse.
De todos modos, a mediano plazo China se verá obligada a flexibilizar el control de los nacimientos a causa del envejecimiento demográfico y la disminución de la población activa, estiman demógrafos y analistas.
AFP