ESTADOS UNIDOS.- El conocido piloto Jeff Gordon, se disfrazó y llega a una concesionaria de autos para hacer un «Test Drive», de un móvil que se vende.
Gordon sale a dar un paseo con uno de los vendedores de la compra-venta. En medio del paseo el piloto empieza a hacer varias piruetas y a conducir como si fuese la Nascar, con lo que el vendedor llega con ataque a la concesionaria.
A través de una cámara oculta, el piloto hace una broma con demasiada adrenalina y riesgo. El piloto se disfraza como un simple comprador de un Chevrolet Camaro, que quiere hacer una sencilla prueba de manejo.