El valor de la educación muchas veces se aprende a considerar cuando se es adulto. Generalmente, de joven, tener que estudiar es lo peor que puede pasar y se valoran otro tipo de experiencias, antes que las educativas.
Sin embargo, en situaciones de carencia, muchas veces esa situación se modifica, ya que los jóvenes toman conciencia de la importancia de estudiar, como una herramienta para superar la situación que los aqueja.
La fotografía que acompaña esta nota, circula por Internet, como ejemplo de la valoración de la enseñanza, como un resumen visual de las ganas de estudiar de estos niños que por lo que puede observarse, viven en condiciones carenciadas.