Calles y avenidas de esta ciudad amanecieron este lunes atiborradas de basura, que fue acumulándose desde el pasado jueves, el día más reciente en que los camiones recolectores al servicio del Ayuntamiento cumplieron con la responsabilidad de recogerla.
Se ha tornado en algo recurrente el hecho de que el alcalde Gilberto Serulle dispone el cese de las operaciones de aseo de la ciudad en los llamados “fines de semana largos”, en vista de que lo mismo ocurrió en Navidad, Año Nuevo y cuando se celebró el bicentenario del nacimiento del patricio Juan Pablo Duarte.
Como consecuencia del asueto de la Semana Santa, las vías públicas son escenarios de la proliferación de vertederos improvisados por doquier, propicios para la multiplicación de insectos que pueden provocar el surgimiento de enfermedades infecto-contagiosas.
El ostensible descuido de la ciudad coincidió en esta ocasión con los esfuerzos humanos y económicos reservados por la Alcaldía para disponer a tiempo de un área de la ribera del río Yaque del Norte, por los alrededores del sector La Joya, donde desde el jueves y hasta ayer funcionó un espacio de diversión y esparcimiento denominado “Piscinazo”, informa elnacional.com.do, en su portal.
Gracias a una inversión millonaria, el cabildo acondicionó el lugar donde miles de personas tomaron baños en gigantescas piscinas y disfrutaron de juegos recreativos.
Para la preparación del área se utilizaron obreros del Ayuntamiento y camiones reservados para la recogida de basura, mientras la ciudad era arropada por los desechos sólidos, que hoy suman más de miles de toneladas.