Pues si, asi es, eso de que los besos son un intercambio de microbios y gérmenes, que bajan tus defensas, nada de nada, sino todo lo contrario.
Un beso apasionado quema alrededor de 6,4 calorias, usa 34 músculos faciales, hace que la respiración sea más profunda, que el corazón palpite más rápido, que se alivien tensiones, que aumente la autoestima y que las pupilas se dilaten. Se intercambian millones de bacterias y suficiente saliva como para prevenir las caries.
Y dicen, además, que las personas más besuconas viven más años y padecen menos dolores y achaques, según han demostrado varios estudios en Estados Unidos, en relación a las secreciones hormonales que produce el beso con eficacia analgésica y fortalecedoras de las defensas.