Estados Unidos postergó el ensayo de un misil balístico intercontinental, en un intento por rebajar la tensión con Corea del Norte. En tanto, la mayoría de los gobiernos extranjeros señalaron que no tienen intención de retirar a su personal de las embajadas en Pyongyang.
Esto luego de que el país asiático instalara dos misiles en la península coreana capaces de alcanzar Japón.
Washington indicó que se aplazó el ensayo de Minuteman 3, un misil balístico intercontinental de ojivas nucleares, que tenía previsto disparar la próxima semana desde la base aérea de Vandenberg en California.
Según un responsable estadounidense, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, lo decidió porque algunos podrían “malinterpretarlo” diciendo “que intentamos exacerbar la actual crisis con Corea del Norte”.
“Queríamos evitar esa mala percepción o manipulación”, agregó, aunque precisó que Estados Unidos está decidido a probar sus misiles balísticos intercontinentales “para garantizar un arsenal nuclear seguro y eficaz”.
Además Seúl y Washington anularon una importante reunión prevista el 16 de abril entre el general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, y su homólogo surcoreano, el general Jung Seung-Jo.
La agencia de prensa Yonhap afirma que el Sur temía una posible provocación norcoreana en ausencia del jefe de las Fuerzas Armadas.
Corea del Norte desplegó recientemente un segundo misil de medio alcance en su costa este y amenazó con llevar a cabo ataques, incluso nucleares, contra blancos estadounidenses.
Sin embargo, el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, aseguró este domingo que Corea del Norte no dio señales de estar redesplegando sus fuerzas.
“No hemos visto un reposicionamiento de tropas ni un redespliegue de las fuerzas terrestres”, declaró Hague a la BBC. “Es la razón por la que es importante permanecer tranquilos, pero también firmes y unidos”, añadió refiriéndose a la comunidad internacional.
El viernes el régimen norcoreano advirtió además que no garantizaba la seguridad de las legaciones diplomáticas en la capital, Pyongyang, a partir del 10 de abril.
Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino afirmó este domingo que se había pedido a Pyongyang que garantice “la seguridad de los diplomáticos chinos en Corea del Norte”, pero añadió que su embajada está funcionando “normalmente”.
La mayoría de los gobiernos extranjeros afectados dieron a entender que no tenían la intención de retirar a su personal. Entre ellos figuran los siete países de la Unión Europea presentes en Corea del Norte (Alemania, Reino Unido, Suecia, Polonia, Rumania, República Checa y Bulgaria).
Inglaterra resumió la opinión general diciendo que la advertencia era más “retórica” que otra cosa y aseguró que por el momento “no hay necesidad” de retirar a sus diplomáticos.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, dijo que la advertencia de falta de seguridad a las embajadas es “inaceptable”.
De todos modos, los embajadores de los 27 países de la UE se reunirán el lunes en Bruselas para abordar la crisis, informó una fuente europea.
La ONU tampoco prevé evacuar a su personal.
Pyongyang multiplicó las declaraciones belicosas desde que la ONU adoptó una nueva tanda de sanciones contra ella por su ensayo nuclear de febrero. También está furiosa por las maniobras militares conjuntas que realizan actualmente Estados Unidos y Corea del Sur.
China, su aliada, votó a favor de las últimas sanciones, y este domingo expresó su preocupación por la situación en la península coreana.
“Nadie debería estar autorizado a precipitar en el caos una región, y con más razón aún al mundo entero, por egoísmo”, declaró el presidente chino Xi Jinping sin citar a Corea del Norte ni a Estados Unidos.
En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmó el viernes que un eventual disparo de misil norcoreano no sorprendería al gobierno estadounidense.
El misil norcoreano Musudan tiene un alcance de 3.000 kilómetros, o sea que es capaz de alcanzar o Japón. Con una carga ligera, podría alcanzar blancos a 4.000 kilómetros y por lo tanto, teóricamente, golpear Guam, una isla del Pacífico situada a 3.380 km de Corea del Norte donde están acantonados 6.000 soldados estadounidenses.
La prensa japonesa afirma este domingo que el ministro de Defensa, Itsunori Onodera, ordenará “en uno o dos días” destruir cualquier misil norcoreano que se dirija hacia el archipiélago nipón.
El acceso al complejo industrial intercoreano de Kaesong, convertido en una pieza clave en esta guerra de nervios, permanecía cerrado el domingo.
AFP