La ricina es un componente natural, altamente tóxico, derivado de la semilla de una planta llamada ricino.

Rastros de esta sustancia fueron hallados el martes en cartas enviadas al presidente Obama y a un senador de Estados Unidos.



semillas ricinia

En caso de ser inhalada, inyectada o ingerida, puede provocar la muerte entre 36 y 48 horas luego de producido el contacto, debido a fallas en los sistemas respiratorio y circulatorio. No existe una cura conocida para la ricina.



Una dosis de 500 microgramos —lo que cabe en la cabeza de un alfiler— puede matar a un hombre adulto. No hay antídoto contra el veneno. Sin embargo, la ingesta de ricina no es siempre mortal y los niños son más vulnerables que los adultos.

De ser ingerida, la ricina causa náuseas, vómitos y hemorragias internas en el estómago y los intestinos, seguidas de fallas en el hígado, el bazo y los riñones, y finalmente la muerte, producto del colapso del sistema circulatorio.

Si una semilla de ricino es tragada sin dañar su cáscara, es probable que pase por el cuerpo sin dañarlo. Pero si la cáscara es masticada o rota y luego ingerida, el veneno entrará al cuerpo.

Si es inyectada, la ricina causa la muerte inmediata de los músculos y de los nódulos linfáticos alrededor de la inyección. La muerte es lo normal en estos casos.

Los expertos indican que la ricina es mucho menos letal que el ántrax.

La sustancia puede ser producida económica y fácilmente, y autoridades en varios países han investigado su uso por parte de supuestos extremistas. Los expertos sostienen que es más efectiva en individuos que como arma de destrucción masiva.

En 1978, la ricina fue usada en el asesinato del disidente búlgaro Georgi Markov. El autor, quien había desertado nueve años antes, se pinchó con la punta de un paraguas mientras esperaba un autobús en Londres y murió cuatro días después.

Un susto previo con la ricina impactó el Capitolio en 2004, cuando pruebas descubrieron la sustancia en una carta enviada al Senado contra el entonces líder de la mayoría Bill Frist. Unos 16 empleados del Senado fueron sometidos a procedimientos descontaminantes, pero ninguno reportó efectos tras el incidente, según Frist.

Fuente: cnn.com