La construcción modular es tan antigua como las primeras civilizaciones estables y tan omnipresente como los ladrillos. Aún así, es poco común ver a un arquitecto reinventar las piezas de construcción, como José María Sáez y David Barragán: unos arquitectos ecuatorianos que construyeron una casa con 900 bloques de hormigón idénticos.
Se trata de la “Casa Pentimento” situada a las afueras de Quito con vista al volcán Ilaló y la Cordillera de los Andes. Un proyecto desarrollado con 900 piezas idénticas de hormigón situadas en un montaje de cuatro posiciones – como bloques de LEGO – para crear la estructura general de la casa que incluye mobiliario, escaleras y una fachada-jardín.
Un proyecto que integra la naturaleza con a arquitectura: árboles dentro de los cuartos, muros de macetas que soportan la casa, rendijas que filtran vegetación la luz. Además, las rendijas al interior sostienen piezas de madera en volado que se convierten en estanterías, asientos, mesas y escalones, informa gizmodo.com, en su portal.
Gracias al clima templado de la región, no hay necesidad de aislamiento. “No tienes que construir a la perfección. Es como Adán y Eva, trabajando en el paraíso, casi no es necesaria la arquitectura compleja, sólo un refugio del sol y la lluvia. Así que puedes construir y vivir de una manera más sencilla, de cerca con la naturaleza», dice Sáez.