Los animales volverán a la Tierra el 18 de mayo para que los científicos analicen el efecto de la ingravidez en sus organismos.
Una nave espacial rusa despegó este viernes rumbo al espacio con un inusual grupo de a bordo que incluía ratones, lagartos y caracoles que serán objeto de experimentos científicos durante un mes.
El centro de estudios espaciales francés (CNES) indicó en un comunicado que participa en esta experiencia junto con el Instituto de problemas biomédicos de Moscú (IMBP). El despegue de la nave Soyuz se realizó desde el cosmódromo de Baikonur.
Desde los inicios de la astronáutica, se han enviado animales al espacio para analizar la respuesta biométrica. En esta nave van 45 ratones, ocho roedores de Mongolia, 15 lagartos, 20 caracoles y otros organismos vivos.
Los animales van en compartimentos separados y son contantemente vigilados. Su regreso a la Tierra está previsto para el 18 de mayo, cuando los comenzarán a estudiar las consecuencias de su estancia en el espacio, con miras a un futuro vuelo a Marte.
«Se trata de determinar hasta qué punto nuestro organismo se adapta a las condiciones de ingravidez y comprender lo que hay que hacer para garantizar la supervivencia en vuelos muy largos», dijo el director del programa del Centro Espacial Ruso, Valéri Abrashkin, a la radio pública.
La televisión mostró varios compartimentos con puertas acristaladas, en las que se hallaban los roedores.
«Cinco de los ratones están equipados con captores implantables que miden continuamente la presión arterial y la frecuencia cardíaca, antes, durante y después del vuelo», explicó el CNES
«No sabemos como la ingravidez puede afectar el comportamiento de los ratones, quizás van a pelearse por la comida», declaró a la agencia Interfax otro responsable del programa, Evgueni Ilin, del Instituto de problemas biomédicos de la Academia de Ciencias rusa.
Una fuente del cosmódromo de Baikonur dijo el jueves a la agencia que parte de los ratones habían sido reemplazados tras una pelea que causó la muerte de uno de los animales.
«Estamos enviando al espacio machos que son agresivos y que pueden estar sometidos a presión», dijo esta fuente.
Los roedores son identificados por un chip electrónico implantado en su piel.
El científico Evgueni Ilin contó que otros ratones del mismo grupo, que se quedarán en tierra, serán sacrificados dos días después del despegue del Soyuz, para efectuar análisis de sus tejidos lo que permitirá compararlos con los de sus congéneres que viajaron al espacio, una vez que vuelvan a la Tierra.
El Instituto científico encargado de la misión también indicó que enviaba al espacio huevos de pescado, microorganismos, granos y plantas, para estudiar los efectos de la ingravidez sobre su evolución.
La primera experiencia soviética de este tipo con un animal se hizo con la perra Laika en 1957, que precedió el primer vuelo de un hombre al espacio, el de Yuri Gagarin en 1961. La perra murió al cabo de unas horas en el espacio.
Apenas en enero pasado, Irán envió un mono al espacio que devolvió el mismo día a la Tierra. El animal sobrevivió al experimento.
AFP