Apple registró en el arranque de 2013 la primera caída del beneficio trimestral en una década. La firma electrónica ganó 9.500 millones de dólares (7.300 millones de euros), un 18% menos que hace un año. Las ventas del iPhone no crecen con tanta fuerza como en años pasados,los márgenes caen forzado a rebajar precios y no cuenta con un producto que cause sensación frente a sus rivales. La compañía compensó con el anuncio de un incremento del 15% en el dividendo, a 3,05 dólares, y suma 50.000 millones al programa de recompra de acciones.
Se trata del segundo trimestre del ejercicio fiscal de Apple. Hace un año ganó 11.600 millones. Los ingresos, entre tanto, fueron de 43.600 millones (32.500 millones de euros). Eso representa un incremento del 11% en las ventas, por lo que el ritmo de crecimiento se modera mientras el margen de beneficio cae al 37,5%, frente al 47,4% hace un año. Aún así, sigue siendo la más rentable de la industria en Silicon Valley y los datos son mejor de los esperado, lo que provocó un alza del 5,5% de la acción en el mercado electrónico.
Apple vendió 37,4 millones de unidades del iPhone, frente a 35,1 millones de hace un año. El dispositivo genera tres cuartas partes del beneficio y es el más rentable. Es su fuerte pero también su vulnerabilidad. Respecto a la tableta iPad, donde el margen es menor, especialmente en modelo el Mini, vendió 19,5 millones de unidades. En los ordenadores Mac se observa la misma tendencia que en el mercado de PC, al caer por debajo de los cuatro millones de unidades vendidas en el trimestre.
Apple era hasta hace bastante poco una compañía que tenía mal acostumbrada a Wall Street. En la última década solo incumplió en tres ocasiones las previsiones del mercado. Parte de su éxito estaba en el secretismo que rodeaba todo lo que tenía que ver con la sociedad y a que la propia dirección presentaba a los analistas cifras más bien conservadoras sobre su rendimiento futuro.
Ahora los secretos no valen tanto como antes y el listón en el parqué está cada vez más alto. Tim Cook, consejero delegado de Apple, es el primero en admitir que no le gusta ver caer el valor de la acción pero insiste que su gestión no mira al corto plazo como Wall Street. En la rueda de prensa de presentación de resultados ha pronunciado la palabra «frustración». Sin embargo, debe dar algo pronto al inversor que le convenza para poder recuperar así la confianza. De momento, se limita a lanzar un mensaje de calma.
En el pasado trimestre, el que coincide con la temporada de compra navideñas, Apple ya vio como el beneficio se le estancaba comparado con lo que ganó el mismo periodo del ejercicio precedente, en los 13.100 millones. Los ingresos, sin embargo, marcaron un récord en los 54.400 millones, en gran parte gracias a la introducción del iPhone5 y del iPad Mini.
El consejero delegado, Tim Cook, admite que no le gusta que la empresa pierda valor en Bolsa
Fruto de la negatividad, en el último mes una quincena de firmas de inversión rebajaron el precio objetivo de Apple. Eso mete más presión a Tim Cook para reaccionar. La firma de Cupertino llegó a perder en días pasados el 45% de su valor bursátil desde que en septiembre presentó el iPhone5. El incremento del dividendo podría contener la sangría, pero los analistas quieren ver más.
La cosas han cambiado en el mercado. Los resultados se presentan la misma semana en el que sale a la venta el Galaxy S4 de Samsung, un teléfono más grande y potente que el iPhone5. Apple, como decía la semana pasada JP Morgan, cuenta con dinero suficiente para crear una nueva compañía. A final de marzo contaba con cerca de 140.000 millones en efectivo, pero gran parte se encuentra fuera de EE UU.
Esa masa de dinero es equivalente a media Google. Apple ganó en el trimestre tanto como Microsoft y Google juntas. Pero lo que tiene a los inversores frustrados es ver que desde septiembre perdió un valor bursátil equivalente al de la compañía más grande en Internet. Estamos hablando de cerca de 250.000 millones borrados de una tajada en siete meses. Eso mina la figura de Cook. En las últimas semanas, varios medios financieros en EE UU empezaron a sugerir que fue un error haber dejado los mandos en quien fuera el director de operaciones con Steve Jobs. Creen que es un buen segundo, pero eso no le hace un líder. Trazan incluso una relación con Ron Johnson, el creador del concepto de los Apple Store, que acaba de ser despedido de la cadena JC Penny.
Sin embargo, en el parqué se considera prematuro hablar de que Tim Cook podría acabar soltando las riendas de la electrónica de Cupertino. El motivo principal es que Apple no tiene realmente a una persona que pudiera tomar el relevo. Pero también porque no es todo responsabilidad del actual consejero delegago. De hecho, los productos que se están vendiendo de Apple son los creados en la era Jobs.
Apple ha ganado en su primer medio año fiscal tanto como Google y Microsoft juntas
No es un secreto que Cook no cuenta con el carisma ni el ímpetu de Jobs. En su anterior etapa fue el artífice de componer la cadena logística que convertía en realidad los sueños del patrón. Pero también es cierto que el equipo técnico que dirige no tuvo aún la opción de mostrar al mundo las innovaciones sobre las que está trabajando. Para eso necesitará al menos un año, informa elpais.com, en su portal.
En lo que va de 2013, Apple perdió una cuarta parte de su valor bursátil. En los últimos 12 meses la caída es el 30%, mientras que Google se apreció un 34%. El mínimo anual está en los 385 dólares, mientras que el nuevo nivel de soporte está en los 320 dólares, el precio al que se pagaba la acción a final de 2010. Hay analistas que creen que podría incluso bajar más.
Para que Apple retome el vuelo, según los analistas, debería romper la dependencia del iPhone. Eso significa que debería mirar más allá de los teléfonos interactivos e incluso de la tableta. Desde hace tiempo se especula con la posibilidad de que saque al mercado una televisión interactiva como las que ya comercializa Samsung. Otro catalizador podría ser el iWatch.
El próximo ciclo de introducción de nuevo productos llega en junio, por lo que se espera que las ventas de iPhone y de iPad se moderen en el próximo trimestre antes de repuntar de nuevo en verano con la presentación de las actualizaciones. Lo que está por ver es si el consumidor, que durante los últimos años llenó los cajones de dispositivos, se anima a comprar o prefiere esperar.