Un nuevo estudio ha llegado a la conclusión de que los hijos de padres divorciados, ya sean varones o niñas, tienen más probabilidades de convertirse en fumadores durante la vida adulta, que aquellos que no pasaron por un proceso de separación familiar.
El tabaquismo no sólo es la causa principal del cáncer de pulmón, sino que es una afección debido a la cual más de 1 millón personas en el mundo mueren cada año. Además, también se le ha vinculado al desarrollo de otros tipos de cáncer y de otras enfermedades, como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), de problemas cardíacos, de afecciones en la boca, hasta a la formación dearrugas en la piel y el envejecimiento prematuro, por citar algunos ejemplos.
Por todo esto, razones para dejar de fumar no faltan, aunque siempre parece difícil hacerlo. A pesar del daño que puede provocar el tabaquismo, continuamente hay nuevos fumadores, y las razones que los llevan a adoptar el hábito pueden ser tan variadas como los propios individuos.
En busca de datos acerca de las posibles motivaciones o las razones que puedan conducir a las personas a consumir tabaco, un nuevo estudio desarrollado por unos investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá, ha encontrado que los hijos de los padres que se han divorciado antes de que ellos cumplieran 18 años de edad tenían más posibilidades de convertirse en fumadores que los niños cuyos padres no han pasado por el proceso de separación.
Esta tendencia fue similar tanto en los varones como en las mujeres. En el caso de ellos, los niños mostraron tener un 48 por ciento más posibilidades de haber fumado al menos cien cigarrillos al ser adultos. Por su parte, las niñas que vieron a sus padres divorciarse tuvieron un 39 por ciento más posibilidades de fumar en la adultez que las hijas de padres no divorciados.
Public Health, los investigadores analizaron los datos de más de 19 mil norteamericanos mayores de 18 años (7.850 hombres y 11.506 mujeres), que participaron en la Encuesta 2010 de Observación de Factores de Riesgo del Comportamiento del Centro para el Control de Enfermedades (Center for Disease Control’s 2010 Behavioral Risk Factor Surveillance Survey).
Así encontraron que más de 1,500 hombres y más de 2,300 mujeres eran menores de edad cuando sus padres se divorciaron, y que más de 4,300 hombres y más de 5,000 mujeres habían fumado al menos cien cigarrillos a lo largo de su vida.
Incluso, los investigadores también tuvieron en cuenta otros factores que en estudios anteriores se habían vinculado con la iniciación al tabaquismo, como poca educación, bajos niveles de ingresos al llegar a la adultez, problemas de salud mental como depresión o ansiedad y otros tipos de traumas infantiles, como adicciones de los padres o maltrato y/o abuso, tanto emocional como físico.
Aun así, afirman que la relación entre el divorcio de los padres y el tabaquismo seguía siendo mayor. Lo que el estudio no pudo determinar es por qué el riesgo de fumar es mayor en los adultos cuyos padres se divorciaron cuando ellos eran niños. Una posible explicación es que esos niños tienden a usar al cigarrillo como un método de defensa, para regular las emociones y el estrés que pudieron haberles causado los conflictos familiares.
En este sentido, obtener más información sobre cuándo y por qué estos adultos que provienen de familias separadas (divorciadas) empiezan a fumar, podría ayudar a definir programas de prevención del tabaquismo, informa vidaysalud.com, en su portal.
Y tú, ¿por qué fumas? ¿Estás tratando de abandonar el hábito o ya lo has logrado? Además de razones para dejar de fumar (o nunca empezar), tambiénhay claves que pueden ayudarte a lograrlo. No te dejes vencer y busca ayuda para superar la dependencia. En verdad, si te lo propones, verás que no es tan difícil como parece y la recompensa de sentir que has podido contra algo que te tenía tan atado es mucho más fuerte que la tentación que puedas sentir de encender un nuevo cigarro. ¡Anímate, tú también puedes liberarte del tabaco!