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Microsoft dio su apoyo este lunes al proyecto de reforma migratoria en Estados Unidos, recordando que no conseguiría contratar a los miles de informáticos e ingenieros que requiere únicamente en este país.



“No conseguimos contratar para todos los empleos que creamos”, declaró Brad Smith, director jurídico de Microsoft, durante una audiencia en el Senado estadounidense dedicada a la reforma migratoria. “Tenemos actualmente 6.300 puestos abiertos en Estados Unidos, de los cuales más de 3.300 pertenecen al dominio de la investigación pura, de la ingeniería y del desarrollo”.

Seguidamente, Brad Smith enumeró las cifras vertiginosas de la penuria de trabajadores en el sector de las altas tecnologías.



Mientras que la tasa de desempleo es del 7,6% a nivel nacional, se rebaja al 3,2% para el sector informático y para los empleos ligados a las matemáticas. Citando un estudio del Boston Consulting Group, Smith precisó que el desempleo en este sector en el estado de Washington (noroeste de EEUU), donde se encuentra la sede de Microsoft, era únicamente del 1% en el segundo semestre de 2012, es decir, que se encontraba en una situación de pleno empleo.

“El problema no mejora, sino que empeora”, explicó el directivo. Microsoft, IBM, Intel, Oracle y Qualcomm tienen actualmente 10.000 ofertas de trabajo abiertas en Estados Unidos, una cifra en crecimiento, según Smith.

Frente a los 120.000 empleos que serán creados este año en el sector de la informática y que requerirán de cuatro años de estudios, las universidades estadounidenses sólo generarán 51.000 diplomados por año, según un estudio del gobierno.

Sin embargo, la contratación de extranjeros choca con los límites de los visados fijados en 1990, que se encuentran ampliamente sobrepasados.

Las 85.000 visas H-1B disponibles para 2014 fueron objeto, únicamente en los cinco primeros días de abril, de más de 124.000 peticiones. Éstas serán atribuidas a través de un sorteo, pero Microsoft sabe ya que 200 candidatos a los que les ofreció empleo no obtendrán el visado.

El proyecto de reforma migratoria que está actualmente en discusión prevé el aumento de 85.000 a 135.000 e, incluso, 205.000 del número de visados H-1B concedidos cada año, así como la atribución de “tarjetas verdes” (permisos de residencia permanentes) a los extranjeros diplomados de universidades estadounidenses en disciplinas científicas.

“Es un avance importante, algunos en nuestro sector desean un aumento más importante, pero nosotros sabemos que se trata de un compromiso”, explicó Brad Smith a la AFP.