En una zona lejana de la cordillera de los Balcanes, al sur de Bulgaria, crece una planta que desde hace siglos ha sido considerada como la cura en contra de la impotencia sexual masculina.
Algunos comenzaron a llamarla el «Viagra búlgaro». Su nombre científico es Sideritis scardica, y en el país balcánico se toma y conoce como Mursalski chai (Té de Mursalitsa).
De acuerdo con el portal de noticias Qué, la hierba la consideran un ‘milagro natural’ parta combatir la impotencia sexual masculina. Desgraciadamente se encuentra en peligro de extinción.
El urólogo Anatoliy Alikovski, quien ha estudiado durante años las virtudes de esta planta, explica que la planta contiene 22 elementos químicos con efectos favorables para la salud humana.
«Estimula el sistema sexual masculino, refuerza la libido y al mismo tiempo mejora la capacidad reproductiva y por eso es un remedio natural contra la esterilidad», asegura.
LA Historia de la Planta
Anatoliy Alikovski tiene su consulta privada en la localidad de Smolyan, a 250 kilómetros al sureste de Sofía, muy cerca de los últimos cultivos que quedan de la hierba.
Recordó que en la época del comunismo, aunque estaba prohibida su cosecha por ser una planta protegida, cada año a principios del verano el comité central del partido gobernante mandaba recoger muestras de la hierba para la alta élite política.
Tomar el té de Mursal formaba parte de los programas de preparación para los cosmonautas soviéticos en los años 70.
A comienzos de la década de 1990 la prohibición de recogida fue levantada y se inició una explotación que casi hizo desaparecer el «regalo de Dios» (así le llama Anatoliy a la hierba).
«Gente de todas partes del país y también extranjeros llegaron a esta zona para buscar esta hierba tan rara», recuerda.
En 1996 se volvió a prohibir su recogida para evitar su desaparición; Más tarde, expertos del Instituto de Botánica de la Academia Búlgara de Ciencias iniciaron un proyecto para crear una variedad que se pueda cultivar en otras zonas del país, con una composición química similar a la planta «original».
«En Trigrad -una localidad cercana a Smolyan- lo han logrado y los campesinos locales quieren declarar este té símbolo oficial de su localidad para atraer a los turistas», cuenta el médico.
El médico recordó el caso de un empresario local, quien tuvo la idea de producir con las hierbas un té frío y exportarlo embotellado a Japón; Ahí aumentó su venta tras el desastre nuclear de Fukushima, pues dicen que el Mursalski chai también remedia los efectos de la radiación y limita su expansión por el cuerpo.