Sudáfrica.- Los adolescentes fueron sometidos a una dieta inhumana, torturados y finalmente asesinados durante su estancia en un campamento donde se comprometieron a «volverlos hombres». (Tomado de SDPNoticias.com)
Una fotografía de Raymond Buys, de 15 años de edad y tomada en 2011, mostraba su esquelético cuerpo luchando por seguir con vida.
Tan sólo 10 semanas antes, sus padres lo habían inscrito en el entrenamiento del Echo Wild Game Rangers en Sudáfrica, en perfecto estado de salud.
Raymond llegó al hospital, en estado de desnutrición y deshidratado, con un brazo partido en dos y con quemaduras y heridas por todo su cuerpo. Permaneció 4 semanas en cuidados intensivos y finalmente murió.
Ahora el «general» del campamento, Alex De Coker, de 49 años de edad, así como uno de sus empleados, Michael Erasmus, de 20, enfrentan cargos por asesinato, maltrato y abandono de menores, entre otros.
«Envíe a mi hijo a este curso para hacer de él un hombre mejor, para brindarle un futuro mejor», confesó la madre de Raymond. «Le confíe su vida al señor Alex Coker».
La semana pasada la Corte de Distrito de Vereeniging escuchó el testimonio de un muchacho que había compartido tienda de campaña con Raymond durante su estancia en el citado campamento.
Gerhard Oostuizen, de 19 años, declaró que «Ray» era encadenado cada noche a su cama, se le negó permiso para ir al baño y en una ocasión fue obligado a comer sus propias heces. También relató que su compañero fue golpeado con tablas, mangueras y palos.
La peor parte era cuando De Coker, electrocutaba a Ray quien permanecía desnudo, atado y con una funda de almohada cubriendo su cabeza.
Melanie Nathan, activista LGBT, dijo que los tres jóvenes habrían sido identificados como «gay y claramente afeminados».
No es el primer caso por el que Alex De Coker ha sido acusado de abuso y asesinato de menores, en 2009 enfrento casos similares pero fue absuelto y se le permitió continuar al frente de dicho «campamento de conversión».