Rhode Island se convirtió el jueves en el décimo estado de Estados Unidos en autorizar el matrimonio homosexual, que a partir de ahora ya es legal en todo el noreste del país, una región tradicionalmente progresista.
El gobernador Lincoln Chafee, ex republicano devenido independiente, firmó el proyecto de ley adoptado por la tarde en la asamblea legislativa por 56 votos a favor y 15 en contra.
«Es un día verdaderamente histórico para nuestro Estado», declaró Chafee tras la votación en la capital Providence, destacando la «tolerancia» de este pequeño estado muy católico.
El Senado de Rhode Island había votado a favor del proyecto (26 a 12) el pasado 25 de abril.
La nueva ley entrará en vigor el próximo 1 de agosto.
Las parejas homosexuales ya podían casarse legalmente en el resto del noreste del país: Massachusetts (desde mayo de 2004), Connecticut (noviembre de 2008), Vermont (septiembre de 2009), New Hampshire (enero de 2010), Nueva York (julio 2011) y Maine (noviembre de 2012).
En total, el matrimonio gay es legal ahora en diez de los 50 estados y en la capital Washington.
En cambio, treinta estados han aprobado enmiendas a sus constituciones que definen el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
De su lado, el gobierno federal prohíbe de hecho la unión de parejas del mismo sexo, como lo estipula la Ley Federal de Defensa del Matrimonio (DOMA).
Sin embargo, el presidente Barack Obama expresó en mayo de 2012 su apoyo al matrimonio gay y en enero pasado, en su discurso de toma de posesión de su segundo mandato, instó explícitamente a defender los derechos de los homosexuales.
El debate ha llegado a la Suprema Corte estadounidense, la más alta instancia judicial del país, que tiene previsto pronunciarse hacia junio sobre dos casos, uno vinculado a la prohibición del matrimonio homosexual en California (oeste) y otro relacionado con la ley DOMA.
AFP