La reunión de Hipólito y Miguel abre de par en par las puertas de la reconciliación perredeísta. En el partido blanco las ofensas más grandes las borran las conveniencias políticas. Mejor dicho, en política no hay enemigos, únicamente coyunturas. En el PRD el pacto está tallado en alto relieve con unas letras pequeñas que dicen “si es que queremos ser una opción de poder”. Está demostrado que separados no son nada y que si una mala candidatura saca muchos votos, podrían sacar más con el atractivo de lo novedoso.
El PRD presentó con éxito una fórmula presidencial mixta. Podría repetirla. Pero no veo a Milagros Ortiz en la dupla sino a Carolina Mejía como compañera de Miguel. Él tiene la fuerza interna y legal paara ser el candidato presidencial. Ella la estirpe. Sin embargo, me luce que un acuerdo con Hipólito tendría que abonar algo más sólido e inmediato como la Secretaría General o la presidencia del Partido. Estas posiciones son deseadas por los aliados del ex presidente Mejía. Hay una ringlera de dirigentes que se les hace agua la boca cuando piensan en esos cargos. Y a Hipólito no le gusta olvidarse de los suyos. Estos acuerdos provocarían una convención adelantada.
Lo más urticante del acuerdo Hipólito-Miguel es la presidencia del PRD por todo lo que involucra. Quizá Vargas Maldonado le tema a un Caballo de Troya. Él sabe que Emmanuel Esquea se desvela por el cargo y que Milagros quisiera la posición para ampliar su currículo y tener poder. Dudo que acepte a Esquea. Aunque la sobrina del profesor Bosch lo adversó y aún está en el lado contrario, es un trago más suave.
Entiendo que si Miguel cede en olvidar las expulsiones y también la presidencia del partido, quedará por lo menos con la secretaría general. Los encuentros con los peledeístas le hacen ver que las cosas no van por buen camino. Los dos contendientes del PRD ven brotar a su vera aspiraciones presidenciales y no quieren que estos retoños se conviertan en frutos. Les urge el abrazo que selle el pacto político, acuerdo que sería herbicida para los aspirantes.