Los expertos lo califican como uno de los proyectos más ambiciosos de la década en América Latina.

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Un cable de 17,500 kilómetros de fibra óptica submarina al este de América Latina es la apuesta del empresario Carlos Slim para convertir a América Móvil en el proveedor líder de contenido digital.

La operadora representa la tercera más grande del mundo solo detrás de China Mobile y Vodafone, pero, a diferencia de las grandes telefónicas, América Móvil no contaba con su propia red submarina de fibra óptica.



Ahora, la empresa de uno de los hombres más ricos del mundo está por ponerse al nivel con un cable que medirá casi la mitad de la circunferencia de la Tierra.

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El recorrido de esta conexión iniciará en Jaksonville, en Estados Unidos, y terminará en Río de Janeiro, Brasil, y gracias a ello, hasta 270 millones de suscriptores latinoamericanos podrán gozar de mejores servicios de banda ancha móvil, como ver videos en alta definición o en 3D y disfrutar de juegos interactivos con una conexión cuatro veces más rápida.

América Móvil invertirá aproximadamente 500 millones de dólares para instalar la fibra óptica a más de 6,000 metros por debajo del océano Atlántico. «Será el proyecto de telecomunicaciones más ambicioso en América Latina en una década», señaló Tim Stronge, analista de Telegeography.

La empresa de Slim contrató a la francesa Alcatel-Lucent para que instale la fibra óptica submarina que conectará Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, México, Puerto Rico y República Dominicana.

Para la telefónica es un proyecto urgente, ya que, «actualmente paga a terceros por el derecho a usar su infraestructura submarina», dijo Marco Malfavón, director de Comunicación Corporativa para América Latina y el Caribe de la operadora francesa Alcatel-Lucent.

El cable submarino será un impulsor del servicio 4G que desde hace un par de años ofrece la operadora en Brasil, Puerto Rico, y en nueve ciudades de México desde el año pasado. Esta nueva tecnología —conocida como Long Term Evolution (LTE)— ofrece una conexión de internet móvil hasta cinco veces más rápida que la red 3G, que todavía utilizan la mayoría de usuarios de celular en América Latina.

Al ser una infraestructura relativamente novedosa, las redes submarinas de fibra óptica están mucho menos reguladas. Por lo mismo, especialistas y abogados creen que América Móvil no tendrá que compartir su red con los competidores en México.

La iniciativa, específicamente, propone que las operadores dominantes tendrán que compartir toda su infraestructura. Para América Móvil eso significa compartir sus 18,000 torres de transmisión, más de 135 kilómetros de fibra óptica terrestre y hasta el que será su flamante cable submarino.

Este es un fragmento de un artículo publicado en la edición de la segunda quincena de abril de 2013 de la revista Expansión, que es parte de Grupo Expansión, una empresa de Time Inc. La firma edita en México 17 revistas y 11 sitios de internet, entre ellos CNNMéxico.com