Cuando se acercan los 40 años, la capacidad de memoria del cerebro empieza a disminuir. Hacer ejercicios de memoria, como leer, llenar crucigramas, aprenderse canciones, resulta de gran ayuda. Pero hay algo que es indispensable a la hora de guardar bien nuestros recuerdos: se trata de dormir bien.
Siempre se dice que dormir bien es reparador. Incluso se habla de que los problemas es mejor “consultarlos con la almohada”. A todos nos ha pasado que si se presenta una situación que no sabemos resolver y nos vamos a dormir, al otro día vemos todo con otra luz. Es también durante el sueño que podemos atar cabos de formas inesperadas o incluso se nos ocurren ideas brillantes.
Además, varios estudios han comprobado que es indispensable dormir bien antes de estudiar para lograr aprender o memorizar algo bien. O que dormir después de aprender algo, es importantísimo para no olvidarlo. Por ejemplo, una buena lección de piano puede “asentarse” mejor en la memoria si es seguida deun sueño reparador.
Mientras dormimos, el cerebro pasa por diferentes ciclos o fases. Estas incluyen, sueño ligero, sueño profundo y movimiento rápido del ojo (REM por sus siglas en inglés), que es cuando, por lo general, soñamos. Los ciclos se repiten en promedio cada 90 minutos.
Las etapas en la cuales no soñamos, son las que al parecer, preparan al cerebro para aprender al día siguiente. Si eres de las personas que acostumbran no dormir o trasnochar estudiando, te digo que la capacidad para aprender cosas nuevas y memorizarlas se disminuye en un 40%. La falta de sueño afecta el hipocampo, una parte del cerebro en la cual se almacenan nuevos recuerdos y nuevos aprendizajes.
En cambio durante el movimiento rápido del ojo (REM) es cuando sucede lo inesperado: atamos cabos de maneras diferentes por lo cual es posible encontrar una respuesta nueva a un problema que tenemos. Además, durante esta etapa se procesan las emociones.
Unos científicos especializados en el sueño de la Universidad de California en Berkeley dicen que durante el sueño se fortalecen los recuerdos acumulados durante el día. Los expertos dicen que, en cierta manera, durante el sueño el cerebro decide con cuáles recuerdos se queda y cuáles desecha.
Un estudio realizado por ellos recientemente, demostró que las etapas del sueño en las cuales se fortalece el sueño empiezan a debilitarse cuando se acercan los 40 años. Según la investigación, los adultos mayores de 60 años pierden dicha capacidad en un 70% comparado con los adultos jóvenes de entre los 18 y los 25 años. La reducción en el sueño profundo es al parecer la clave para que sea así.
Por eso esta investigación da nuevas claves para tratar los problemas de la memoria: mejorar la capacidad de dormir profundamente en las personas mayores.
Por ahora, si quieres tener una buena memoria, no te niegues un sueño reparador cada noche. Recuerda que debes dormir un promedio de 7 a 8 horas. Las siestas también ayudan: una breve siesta puede ser una excelente aliada para fortalecer la capacidad de recordar.
Fuente: vidaysalud.com