El dispositivo permite capturar imágenes en rangos de visión de 160 grados con un campo de profundidad casi infinito
La próxima generación de cámaras digitales podría mostrarnos cómo ven el mundo los insectos.
Los investigadores crearon una cámara digital que imita los ojos saltones de los insectos, específicamente de las hormigas rojas y los escarabajos. Las cámaras pueden capturar un campo de visión de 160 grados de ancho con una profundidad de campo casi infinita, lo que significa que todas las áreas de la fotografía estarán enfocadas. Las pequeñas cúpulas están cubiertas con 180 microlentes, y cada una captura un ángulo único del sujeto.
“Sentimos que el mundo de los insectos ofrece ejemplos extremadamente impresionantes de ingeniería; en los sistemas de visión, vuelo, poder y detección. Personalmente, he estado intrigado por los ojos de los insectos desde que tengo memoria”, dijo el profesor John Rogers de la Universidad de Illinois en Estados Unidos, quien trabajó en la fabricación de la cámara.
¿Cuál sería el uso práctico de una cámara de ojo de insecto?
Aunque aún está en sus primeras etapas, esta tecnología podría utilizarse para crear cámaras de vigilancia de alta resolución que capturen una escena grande y amplia, con un enfoque nítido. También tendría aplicaciones prácticas interesantes para cámaras endoscópicas, los pequeños dispositivos que los médicos utilizan para mirar dentro del cuerpo humano.
“La naturaleza ofrece una notable diversidad de ideas para los diseños en las cámaras (…) Creemos que será interesante explorar algunas de estas, debido a que en muchos casos, los conceptos ofrecen capacidades únicas y poderosas en las imágenes”, dijo Rogers.
Las cámaras digitales tradicionales tienen un sensor plano y un solo lente. Los prototipos de esta cámara digital tienen miles de lentes en lugar de uno y los elementos básicos encontrados en una cámara digital tienen una forma redondeada, informa mexico.cnn.com, en su portal
Los investigadores se inspiraron en los ojos avanzados de los artrópodos, un grupo que incluye a crustáceos, arañas e insectos.
Sus ojos en forma de cúpula tienen múltiples y diminutos elementos cubiertos por la córnea, que funciona como un lente. El primer prototipo de la cámara digital es similar a los ojos compuestos de las hormigas rojas, que tienen 180 de estas unidades ópticas, llamadas omatidios.
La mantis religiosa tiene aproximadamente 15,000 y la libélula aproximadamente 28,000, mientras que la hormiga obrera solo tiene 100.
La resolución de la cámara experimental está a la par de la hormiga roja, pero los investigadores creen que pueden mejorar eso con equipamientos más avanzados.
“Creemos que tenemos un conjunto de materias y técnicas de fabricación que no solo nos permiten fabricar ojos de insectos, sino también órganos oculares encontrados en otras creaturas en la naturaleza”, dijo Rogers.
El equipo ya busca la siguiente versión de la tecnología: cámaras digitales que imitan los ojos compuestos de camarones, langostas, polillas y moscas.