Santo Domingo. El Consejo de Acceso a la Información por la Transparencia (CODAIT) consideró que la actitud de Roberto Rosario, Presidente de la Junta Central Electoral y de de todos los que lo apoyen, violenta derechos civiles, políticos, económicos y sociales de una indeterminada cantidad de seres humanos, que mientras no cuenten con la correspondiente acta de nacimiento son muertos civiles.
La entidad sostiene que la Constitución política de la República Dominicana y las convenciones ratificadas por el país reconocen y tutelan los derechos fundaméntales de los seres humanos, por cuanto es contraproducente insistir en desconocer el estado derecho consagrado en nuestra carta magna.
El CODAIT, alerta al Congreso Nacional, a fin de que al investigar la situación de la JCE actué con justicia e imparcialidad, sin retaliación y comprometido con el fortalecimiento de las instituciones y el respeto a los derechos fundamentales.
La situación de esos seres humanos es un grave problema para el gobierno y la colectividad nacional, habida cuenta que no pueden ejercer ninguna actividad económica ni social, están privados de poder estudiar, acceder a la seguridad social, tener un trabajo digno y desarrollar su personalidad, por citar parte de los perjuicios causados.
Al referirse a la postura del presidente de la Junta Central Electoral, quien fundamentado en el carácter autónomo de ese organismo colegiado entiende de manera muy equivocada que puede decidir quién es sujeto de derecho y quien no, incluso desacata decisiones de los tribunales competentes, sentando precedente funesto para la administración de sana y oportuna justicia.
José Miguel Fernández, presidente del CODAIT aspira a que los legisladores cumplan con su rol de contrapeso y supervisión de las políticas que implementen tanto el gobierno como las instituciones autónomas y descentralizadas, políticas y decisiones que en modo alguno puede permitirse que violenten el estado derecho consagrado en la Constitución de la República.
Cuidado con utilizar el conflicto generado por la presidencia de la JCE, para complacer intereses particulares y perjudicar a quienes tienen la razón. Cabe citar a Azorín, cuando en su obra el Político reseñó “Ha dicho un filósofo que los humanos, no pudiendo hacer que lo justo sea fuerte, han hecho que lo fuerte sea justo. En este espejismo, en este juego consolador vive la humanidad; se proclama el derecho, se grita por la justicia, pero en el fondo sólo hay una cosa: fuerza. La fuerza es la vida, y la vida es un hecho desconocido”. Congresistas hagan lo correcto, que prevalezca lo justo. Agregó Fernández.