Santo Domingo. Alicia Ortega confesó haber asumido un cambio en su vida, luego de entender estar actuando de un modo que hoy asume debe cambiar.
¨Uno vive como amargado porque exige y se exige tanto, haciendo que los que están alrededor de uno vivan presionados. Me di cuenta de que ya no era una persona agradable, era una especie de «dictadora»¨.
Tras reflexionar y admitir esta debilidad, Alicia aseguró haber hecho el propósito de cambiar la situación.
¨Que triste que tarde siete años en darme cuenta y en agradecer el esfuerzo que hacen… Yo llegue un día al canal repartiendo abrazos y dándole las gracias a mis empleados, la sorpresa de ellos fue tan grande que pensaron los iba a despedir. No solo con ellos, también conmigo misma y con mi familia debo «soltar» y entender que no siempre debo tener el control¨.
Este cambio se debió en gran parte a un proceso de interiorización experimentado en un curso que realizo recientemente . La periodista también ha incluido esta nueva actitud, en su hogar, donde dice ser muy detallista y amorosa.
¨Soy muy expresiva, me gusta decirle constantemente ¨te amo a mi hija y a mi esposo, les dejo notitas por la casa, a mi hija se las pongo en la lonchera¨.
Además, Alicia dejo al descubierto la parte más sensible y humana de su ser, al relatar lo difícil que fue para ella tratar de concebir durante ocho años.
¨Todos esos años que estuve tratando, era una decepción tras otra, eso fue muy agotador, ya estábamos inclusive, iniciando el proceso de adopción cuando Dominic llegó¨.
Sobre sus inicios, su personalidad, su relación sentimental, su vocación por la poesía y hasta de esos momentos en que deja de ser la periodista de investigación para asumir el rol de esposa sexy, conversa Alicia Ortega, en esta sexta entrega de Revelaciones.
Las declaraciones fueron ofrecidas en el programa Revelaciones ,proyecto de temporada conducido por la comunicadora Tania Báez que inicio el pasado 14 de abril, transmitiéndose durante 8 semanas, cada domingo a partir de las 8 de la noche por Telesistema, canal 11.
