Los periodistas expulsados y sancionados ayer por el Tribunal Disciplinario de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) elevarán en las próximas horas un recurso de amparo en contra de la decisión de les deja fuera de la institución.
Joseph Cáceres, Robert Sánchez, Aridio Castillo, Juan Carlos Jiménez y Joseph Tavárez consideran que la medida es violatoria al 49 de la Constitución de la República, que establece que «toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, ideas y opiniones, por cualquier medio, sin que pueda establecerse censura previa».
El periodista Joseph Cáceres, quien ha sido tres veces presidente de Acroarte, fue expulsado por dos años con la pérdida de los derechos y deberes dentro de Acroarte, decisión que también afectó a Robert Sánchez, aunque por un año. Mientras, los periodistas Aridio Castillo, Juan Carlos Jiménez y Joseph Tavárez fueron expulsados.
Los afectados emprenderán la acción judicial por consideras además, que la sentencia daña su trayectoria profesional, según informaron a través de un comunicado de prensa y porque fueron expulsados y sancionados sin haber sido citados a un proceso oral y contradictorio, como establecen los reglamentos de Acroarte.
«No solo se pretende silenciarnos y dañar nuestra imagen, sino también impedir que podamos asumir el compromiso de reorientar una asociación que como todo el mundo sabe, ha entrado en franco declive», dice el comunicado.
Los periodistas denuncian que Acroarte no mantiene un espacio abierto para la discusión de temas internos, como las inquietudes que mantienen en torno a la transparencia en la gestión de la actual directiva.
«Pero en vez de atender a esas solicitudes, lo que ha hecho el presidente es procurar inhabilitar y expulsar a quienes reclaman transparencia, como si con ello se librara de rendir cuentas. En una actitud violatoria del derecho a la libre información se quiere impedir que los miembros de Acroarte puedan criticar en sus medios las premiaciones de la asociación, imponiendo en algunos de ellos la autocensura con lo cual se desvirtúa el rol fundamental de un comunicador».
Los comunicadores sostienen que la expulsión y suspensión es un atentado a la libertad de prensa «paradójicamente articulado desde el seno de una entidad que está llamada a defenderla».
«¿Cómo es posible que una entidad que agrupe a comunicadores trate de censurar a quienes hacen ejercicio de ese derecho? ¿O es que acaso los diarios y medios radiales y televisivos que contratan periodistas para el área de espectáculos tienen que sujetarse a lo que admita y permita el presidente de Acroarte, porque de lo contrario se hacen pasibles de una sanción?».
Fuente: diariolibre.com