El exministro de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez, afirmó que la imagen distorsionada que crearon los sectores conservadores del país sobre la figura de Juan Pablo Duarte, contribuyó a que el dominicano sea un pueblo tolerante y resignado, incapaz de luchar por sus reivindicaciones.
Soto Jiménez pronunció la conferencia “Duarte de Carne y Hueso”, en el marco de la conmemoración del décimo aniversario de la fundación del recinto Santo Domingo Oriental de la Universidad Abierta para Adultos (UAPA).
Hablando en su condición de historiador, Soto Jiménez indicó que no fue casual que Ulises Heraux, “el dictador más sangriento del siglo XIX”, proclamara a Duarte como padre de la patria.
Recordó que el ex presidente Joaquín Balaguer lo define en su obra “El Cristo de la Libertad” como un hombre intachable, inmaculado, sin máculas, similar a la Virgen de la Altagracia.
“Los conservadores nos enseñaron a que fuéramos como Duarte, manso, resignado, tolerante, pero Duarte no era así, era un hombre revolucionario, que dirigió una revolución para sacar el país del oscurantismo y la dominación extranjera”, precisó.
“Consiguieron su propósito. Somos un porque somos un pueblo tolerante, que aguantamos de todo, más de lo debido”, indicó.
“Nos han hecho demasiado tolerantes. Tenemos 50 años sin energía eléctrica sin que nadie resuelva ese problema luz y nadie lo resuelve. Hay cosas que aquí pasan a diario que en otro país hay hubiera pasado cualquier cosa. Aquí no”, insistió el historiador y dirigente político.
Señaló que ese hecho explica por qué el dictador Rafael Leonidas Trujillo “no tocó a Duarte ni con el pétalo de una rosa”.
“Por el contrario, la apoteosis más grande se la hizo Trujillo a Duarte en el centenario de su nacimiento”, insistió.
Fuente: eldia.com.do