Francia prohibirá el uso de cigarrillos electrónicos en lugares públicos y su venta a menores, anunciaron el viernes las autoridades, en un nuevo paso de la guerra contra el tabaquismo que hasta ahora arrojó resultados más bien decepcionantes.
«Queremos aplicar al cigarrillo electrónico las mismas medidas que al tabaco», declaró la ministra de Salud, Marisol Touraine, en ocasión del Día Mundial Sin Tabaco.
Esta jornada fue decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que la nicotina ocasiona la muerte prematura de seis millones de personas al año.
Francia se sumó con esta decisión a otros países, entre ellos Australia, Brasil, Canadá y Alemania, donde el cigarrillo electrónico está prohibido o sujeto a restricciones.
El cigarrillo electrónico empezó a popularizarse en Francia después de la prohibición de fumar en público en 2006.
El e-cigarrillo funciona con pilas y dispone de un mecanismo que calienta un líquido que contiene nicotina y otros elementos y produce un vapor de nicotina y propilenglicol (líquido que se utiliza como refrigerante o anticongelante) que llega a los pulmones.
Como no contienen tabaco, los cigarrillos electrónicos estaban exentos, hasta hoy, de las restricciones de uso que se le han impuesto a los cigarrillos tradicionales en lugares públicos.
«Es un producto muy apreciado, se estima en cerca de un millón el número de franceses que se ha volcado a los cigarrillos electrónicos», explicó Touraine en una rueda de prensa.
La ministra se apoyó en un informe del pneumólogo francés Bertrand Dautzenberg para afirmar que este cigarrillo carecía «suficientes restricciones» en muchos países, pese a que no se conoce aún si tiene efectos a largo plazo, que podrían ser perjudiciales.
El cigarrillo electrónico, inventado en China, se vende en varios países como una solución menos nociva para los fumadores que los cigarrillos tradicionales y como un objeto que ayudaría a poner fin a la adicción al tabaco.
Sin embargo, hay quienes afirman que mantiene la adicción y denuncian que la industria del tabaco considera al cigarrillo electrónico como una alternativa para salvar un negocio muy desprestigiado en los últimos años.
Los cigarrillos electrónicos no han sido tema de muchas investigaciones científicas, confirman expertos.
Touraine anunció en marzo que había pedido una investigación para evaluar los «beneficios» y los «riesgos» de los e-cigarrillos.
En mayo del 2011, la Agencia francesa de Seguridad sanitaria y productos de salud (Afssaps) recomendó «no consumir» esos productos, que sólo están disponibles en comercios especializados y en internet.
La OMS ha advertido que los cigarrillos electrónicos plantean interrogaciones sobre la política de regulación del tabaco y la salud pública.
Touraine decidió relanzar la guerra contra el tabaco ante los resultados decepcionantes obtenidos hasta ahora, dado que el tabaquismo juvenil aumenta (+17% entre los jóvenes de 17 años en los últimos tres años). Francia es uno de los países de Europa donde las campañas hicieron menos mella, sobre todo por el elevado porcentaje (17%) de mujeres embarazadas que fuman.
AFP