Una juez federal de EE.UU. dictaminó que Google deberá cumplir con las demandas del FBI de entregar al servicio secreto datos confidenciales de los usuarios sin ninguna orden judicial.
De esta manera el Gobierno puede acceder a los datos de transacciones, números de teléfono, direcciones de correo electrónico e historiales de búsqueda, entre otras informaciones confidenciales de los clientes, sin tener que esperar una orden judicial.
Sin embargo, la jueza Susan Illston ha dictaminado que Google debe cumplir con al menos 17 de las 19 cartas cuestionadas. Esta decisión puede ser recurrida ante la Corte de Apelaciones.
Esta táctica ha sido criticada por activistas de defensa de los derechos civiles que la califican como una violación de la privacidad, abusando del uso del concepto de ‘seguridad nacional’ como pretexto.