Hace unos días, el Papa Francisco se refirió a la importancia de “hacer el bien”, afirmando que todos los que actúen de buena fe serán redimidos, incluso los ateos, porque este principio une a toda la humanidad.
“El Señor nos ha redimido a todos con la sangre de Cristo: ¡a todos, no solo a los católicos, sino a todos! ‘¿Padre y a los ateos?’ También a ellos. ¡Y esta sangre nos hace hijos de Dios de primera categoría! Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios y la sangre de Cristo nos ha redimido a todos. Y todos nosotros tenemos el deber de hacer el bien”, señaló el pontífice en la oportunidad.
Tras el revuelo que causaron estas afirmaciones, un vocero del Vaticano, Thomas Rosica, emitió un comunicado oficial para “clarificar” estos dichos.
El sacerdote aclaró que las personas que rechazan las enseñanzas de Jesucristo, no pueden alcanzar la salvación.
“Toda la salvación viene de Cristo, la Cabeza, a través de la Iglesia que es su cuerpo”, escribió Rosica, agregando que “Por lo tanto, no pueden salvarse quienes, conociendo la Iglesia como fundada por Cristo y necesaria para la salvación, se niegan a entrar o permanecer en ella”.
Sin embargo, dijo que no es imposible que un ateo que finalmente sea salvado por Cristo. “Nunca podremos decir con definitiva certeza si un no cristiano, quien ha rechazado la cristiandad… todavía está siguiendo el camino temporal diseñado para su propia salvación, que lo está guiando a un encuentro con Dios”, manifestó el cura.
Por otro lado, se explica que la Iglesia Católica define la redención y la salvación en forma distinta, pues mientras todo el mundo es redimido por la muerte de Jesucristo, la salvación es ofrecida por Dios y puede ser aceptada o rechazada de forma individual. En este sentido, lo que dijo el Papa fue que todos, “incluso a los ateos”, son redimidos “con la sangre de Cristo”.
Según Huffington Post, la declaración del Vaticano parece tratar de controlar los eventuales “daños” generados por las declaraciones del pontífice.
“El Papa Francisco es, ante todo, un pastor experimentado y predicador que tiene mucha experiencia en llegar a la gente”, decía el comunicado, rematando con que “Sus palabras no se pronuncian en el contexto de una facultad teológica o académica, ni en el diálogo o debate interreligioso”.
