Tres años después de haber sido arrestado en Irak, hoy lunes arranca finalmente el juicio contra el soldado Bradley Manning, acusado de haber filtrado miles de documentos clasificados del gobierno estadounidense a WikiLeaks y causado la peor amenaza a la seguridad nacional del país.
Manning, de 25 años, se declarará culpable de 10 de los 22 cargos que le imputa la justicia militar de su país, según anunció en febrero su abogado David Coombs, por lo que podría ser condenado a un máximo de 154 años de cárcel.
El cargo más grave al que se enfrenta es “colusión con el enemigo” -castigado con la cadena perpetua y del que se declarará inocente- por haber transferido a WikiLeaks información confidencial sobre las guerras en Irak y Afganistán y más de 250.000 cables del Departamento de Estado.
Se prevé que el juicio, presidido por la jueza militar Denise Lind en la base Fort Made (Maryland, noreste), dure hasta el 23 de agosto.
El gobierno afirma que el soldado puso “conscientemente” en peligro a Estados Unidos al filtrar toda esa información, a la que tuvo acceso cuando trabajó cerca de Bagdad como analista de inteligencia militar entre noviembre de 2009 a mayo de 2010, cuando fue arrestado.
Sin embargo, en una vista preliminar, la jueza determinó que la acusación deberá demostrar este alegato.
“Debate público”
Por su parte, Manning sostiene que nunca quiso perjudicar a su país, pese a haberse declarado culpable de casi la mitad de los cargos.
“Creía que la publicación (de los documentos confidenciales) podría provocar un debate público sobre nuestras fuerzas armadas y nuestra política exterior en general”, reconoció frente la jueza en una de sus dos comparecencias con la prensa.
De esta forma, admitió la “transmisión intencionada” de un video que muestra un helicóptero de combate disparando contra civiles iraquíes en julio de 2007, así como información sobre las guerras en Irak y Afganistán y los detenidos en la base militar de Guantánamo, en la isla de Cuba.
Combs, el abogado de Manning, ha denunciado la lentitud con la que se está juzgando al soldado, así como el secretismo que ha envuelto las vistas preliminares y la cobertura de los medios de comunicación.
La jueza ya anunció que 24 personas testificarán a puerta cerrada, entre ellas varios embajadores, funcionarios del Pentágono y expertos en inteligencia.
Documentos en casa de Bin Laden
También ofrecerá su testimonio a puerta cerrada uno de los Navy SEAL que participó en el operativo en el que falleció el líder de Al Qaida, Osama bin Laden, durante un asalto a su residencia en Pakistán en mayo de 2011.
Este militar debería contar que documentos difundidos por WikiLeaks fueron encontrados en la casa de Bin Laden, por lo que la información filtrada por Manning llegó a manos del jefe de Al Qaida.
El soldado ha denunciado las condiciones de aislamiento a las que fue sometido durante nueve meses en la cárcel militar de Quantico (noreste), que el relator de la ONU sobre tortura calificó de “crueles, inhumanas y degradantes”.
Precisamente, el abogado de Manning logró que la jueza redujera 112 días la eventual condena, después de denunciar el trato excesivamente duro del personal militar.
Este caso ha convertido al soldado en una de las causas que más apoyan las organizaciones en defensa de los derechos civiles.
AFP