Una mancha de lápiz labial puso en aprietos al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pues la culpable no era Michelle Obama, sino otra mujer.
Mientras el mandatario se disponía a ofrecer un discurso en la Casa Blanca, la prensa notó una tonalidad extraña en el cuello de su camisa, lo que desató revuelo.
De inmediato, Obama se percató que la atención de los presentes estaba puesta en su cuello y atajó la situación.
“Quiero agradecer a todos los que están aquí la increíble calidez del recibimiento. Una señal de esto es la mancha de labios en mi cuello de la camisa”, dijo el presidente estadunidense.
Luego reveló la identidad de la responsable.
“Tengo que decir que sé quién es la culpable. ¿Dónde está Jessica Sanchez? (…) Jessica… no fue Jessica. Fue su tía. ¿Dónde está ella?”, pregunto en broma el gobernante.
Y zanjó el incidente aludiendo a su esposa.
“Quiero que todos sean testigos, porque no quiero tener problemas con Michelle. Por eso lo digo delante de todos”, comentó.
Obama encabezaba el evento de celebración del Mes de la Herencia Asiático-Americana.
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