SAN ANTONIO. Con la serie por la final NBA empatada a un triunfo por bando, el campeón defensor Miami Heat viajó este lunes a San Antonio para jugar tres partidos contra los Spurs, el primero de ellos el martes, y el objetivo de salir lo mejor parado de la boca del lobo tejano.
Los Spurs y su técnico Gregg Popovich tienen amplia experiencia en desgastar al rival en la carretera para luego darle la estocada final en su ruedo. Lo han hecho camino a sus cuatro títulos anteriores y en esta postemporada, y siguen el guión al pie de la letra ante el fogoso equipo de Miami.
Antes de llegar a Miami, los Spurs tenían ya un plan delineado, ganar un partido en casa ajena para arrebatar la ventaja de cancha a Miami, y pelear el segundo en espera de un momento de debilidad de Miami.
Las cosas salieron como lo planeó el ‘Coach Pop’, al ganar el primer encuentro (92-88) el jueves y ceder el segundo (103-84) el domingo, aunque la paliza no le haya gustado mucho.
«Habíamos hablado antes de empezar la serie que nuestro objetivo era sacar un triunfo en Miami, con eso nos íbamos contentos, pero no lo estamos tanto ahora porque no queríamos perder como lo hicimos, con tal paliza», declaró el argentino Manu Ginóbili.
Pese a perder su racha de siete victorias consecutivas en esta postemporada, San Antonio hizo su tarea en Miami, mientras el Heat salió con sentido de urgencia a buscar el triunfo para evitar que se le escapara la serie apenas comenzada.
«En este tipo de series tan competitivas, hemos hablado muchas veces de que cada cual tiene que contribuir de la manera que pueda, ya sea en muchos o pocos minutos de juego. Esta serie probablemente se defina por esas pequeñas cosas», dijo el técnico de Miami, Erik Spoesltra.
Más allá de la paliza que le pegó el Heat, San Antonio fue un equipo muy distinto del que jugó de forma casi perfecta en el primer partido.
Lebron y su tropa no pierden dos juegos consecutivos desde el pasado 8 de enero, en la temporada regular, y cuando han perdido, regresan aplastando a su rival por un media de casi 20 puntos de ventaja.
«Ellos hicieron un gran trabajo», reiteró Popovich en la rueda de prensa posterior al encuentro del domingo.
El entrenador de San Antonio ha visto como su colega de Miami también puede sacarse ases de la manga, y eso le debe tener algo preocupado. De las 100 victorias del Heat en postemporadas, 47 han sido a las órdenes del ‘Coach Spo’.
El Heat aplicó una defensa tan cerrada sobre los Tres Grandes de los Spurs, que Tony Parker, Tim Duncan y Manu Ginóbili encestaron apenas 10 de 33 tiros de campo.
Y también le pagó con la misma moneda de los ‘turnovers’. Si en el primer partido la defensa de los Spurs obligó al Heat a cometer nueve costosas pérdidas de balón, cinco de ellas en el último cuarto, ahora San Antonio no supo proteger bien el esférico y cometió 16 errores.
DEl domingo, en la American Airlines Arena de Miami, los Spurs lucharon por los tres primeros cuartos, pero en el último, cuando Miami tomó ventaja de 10 puntos, parecieron replegar las velas y preservarse para los tres partidos en casa.
Pero la historia podría ir contra los Spurs, ya que Miami se encuentra en esta situación de 1-1 por tercer final consecutiva, y en todas ha ganado el tercer juego.
El Heat llegó algo cansado a esta serie luego de dejar el pellejo en una dura serie contra Indiana Pacers en la fnal de Conferencia Este, y eso podría explicar lo errático de su defensa en el primer partido.
Ahora que los campeones parecen haber tomado un segundo aire, Popovich no podrá perder de vista que en 18 de 19 partidos de esta postemporada, Miami ha dejado a sus oponentes en menos de 100 puntos.
AFP
