La casa donde el fallecido cantante Michael Jackson vivía con sus tres hijos rezumaba tanto amor que la chef personal de la familia a menudo se conmovía hasta las lágrimas, dijo la cocinera este martes en un tribunal en Los Ángeles.
«Cuando él entraba por la puerta, ellos corrían y lo abrazaban (…) Tanto amor era la cosa más hermosa de ver, se me salían las lágrimas continuamente», atestiguó la chef Kai Chase, quien trabajó para Michael Jackson previo a su fallecimiento el 25 de junio de 2009.
Chase fue llamada al estrado por los abogados de Katherine Jackson -la madre de 83 años del «rey del pop»- en un caso contra la promotora de conciertos AEG Live, que organizaba la gira para la que ensayaba el cantante al momento de su muerte por una sobredosis de fármacos.
En marzo de 2009, tras una entrevista con un representante de Jackson, Kai Chase fue sometida a una segunda entrevista, ésta conducida por los niños: Prince, Paris y Blanket, que en ese entonces tenían 12, 11 y 9 años.
«Hablaban uno encima del otro, estaban muy emocionados y hablaban de todo, desde comida hasta videojuegos. Querían asegurarse de que yo supiera hacer comida sana», relató la cocinera.
«Comemos sano, no comemos puerco ni carne roja, a papá le gustan los melocotones y a Blanket los mangos», le dijeron los niños, según contó la chef.
La comida favorita del autor de «thriller» era la mexicana, prosiguió Chase, detallando que Jackson adoraba en particular sus tacos vegetarianos, supuestamente tan suculentos que el cantante no le creía que no contuvieran carne.
El jurado pudo observar apetitosas fotografías de los tacos favoritos de Jackson, cubiertos de guacamole y salsa roja.
«La casa era muy cálida, era un lugar hermoso con buena energía, buen ‘feeling'», prosiguió, relatando que Jackson jugaba mucho con sus hijos. «Los niños significaban todo para él».
La chef, que había sido despedida por «cambios en la gerencia» previo al inicio de la gira, había sido recontratada a principios de junio. A su regreso, «la energía de la casa ya no era la misma», dijo.
Kai Chase atestiguó también en el juicio criminal contra el médico Conrad Murray, condenado en 2011 a cuatro años de prisión por homicidio involuntario, tras infundirle a Jackson una dosis fatal del anestesiante Propofol.
La joven Paris, ahora de 15 años, intentó suicidarse hace dos semanas cortándose las muñecas. Fue trasladada de urgencia a un hospital la madrugada del 5 de junio y permaneció 72 horas en observación psiquiátrica.
Una fuente de la familia dijo a la AFP que Paris Jackson padecía depresión y había tenido pensamientos suicidas.