Desde tiempos casi inmemoriales, Android 2.3 (Gingerbread) era la versión de Android más popular en el mundo. Pero eso acaba de cambiar: en las frecuentes cifras que Google publica todos los meses sobre el uso de las diferentes entregas de su sistema operativo móvil, se reveló que Jelly Bean (4.1 en adelante) tomó la corona en junio.
En sus dos versiones, Jelly Bean tiene el 39,7% de la participación en Android, seguido de Gingerbread, con el 34,1%. El mes pasado, Jelly Bean tenía el 33%, y Gingerbread el 36,1%. Abajo pueden ver las gráficas de junio.
Es una muy buena noticia para Google. Las cifras muestran que los desarrolladores pueden comenzar a preocuparse menos con ser compatibles con dispositivos ‘legacy’, lo que significa quelos avances del sistema operativo y de las apps llegarán a más personas. Servicios como Google Now o incluso Chrome, que están entre las mejores experiencias que ofrece Android, tendrán una mejor base de usuarios.
Además, eso significa que las futuras actualizaciones estarán disponibles para más personas. Los rumores apuntan a que Android 4.3 será una nueva versión de Jelly Bean. Para un fabricante o un operador, es mucho más sencillo adaptar y distribuir una actualización del mismo SO que una entrega nueva; lo que garantiza que, a mediano plazo, más personas podrán contar con las versiones más recientes y seguras de Android.
Sin embargo, el rezago está lejos de ser superado. La proporción de Gingerbread sigue siendo bastante alta, y aun muchos de los equipos comprados a dos años por los usuarios llevan ese sistema operativo. Google podría, como lo está haciendo, ralentizar un poco su ciclo de actualizaciones para aliviar el tema de la fragmentación, o simplemente aprovechar la tendencia creciente de su sistema operativo para dejar que el mercado se encargue.