La prensa española señalaba este jueves el exceso de velocidad como una de las causas principales del accidente de tren que provocó al menos 60 muertos la noche del miércoles en Santiago de Compostela, al noroeste del país.
«Un gran exceso de velocidad al tomar una curva, posible causa del accidente», titula el diario El País. Citando fuentes de la investigación, el diario afirma que el tren circulaba en el momento del accidente a 180 km/h en un tramo limitado a 80 km/h.
«Se trata de una curva muy complicada, muy cerrada. Por ello, en el lugar en el que descarriló el tren de Santiago está prohibido que circulen a más de 80 kilómetros por hora», añade El País.
El siniestro se produjo en un tramo de vía perteneciente a la línea de alta velocidad, en una curva a 4 km de la estación de Santiago de Compostela, localidad de peregrinación célebre mundialmente.
Un portavoz de Renfe, la compañía ferroviaria española, indicó que «hay una investigación en marcha».
«Tenemos que esperar» para saber las causas del accidente, aunque «la velocidad la sabremos dentro de muy poco cuando se consulten las cajas negras del tren», añadió.
«Alta velocidad mortal», titula en su portada del jueves el diario El Mundo, y asegura que el convoy circulaba a 220 km/h en ese tramo limitado a 80 km/h.
«El exceso de velocidad es una de las hipótesis que cobra más fuerza sobre las causas del accidente», escribe el periódico.
«Las primeras hipótesis apuntan a un exceso de velocidad como causa del siniestro», coincide el principal diario de la región, La Voz de Galicia.
El tren procedente de Madrid se dirigía a la localidad de El Ferrol, en la costa atlántica, y transitaba durante el momento del accidente por un tramo de la alta velocidad gallega, puesta en servicio en diciembre de 2011, que une la ciudad de Ourense con Santiago y A Coruña.
En el convoy viajaban 218 pasajeros y cuatro empleados de Renfe.
Al menos 60 personas perecieron, según el balance provisional de la delegación del Gobierno en Galicia. El gobierno autonómico apunta a 141 heridos de diversa gravedad.
España, con 3.100 km de raíl, es el segundo país del mundo, detrás de China, por la extensión de su red de alta velocidad, el AVE (Alta Velocidad Española).
Aunque Galicia todavía no está conectada con Madrid por el AVE, dispone de red propia que une las principales ciudades del oeste de la región.
afp