Estados Unidos.- Un caso que data de hace varios años vuelve a salir a la luz. En 1991, Eric Myers tomó la decisión de abandonar a su esposa y a sus 4 hijos con quienes vivía en la ciudad de Phoenix, Arizona para poder asumir libremente su homosexualidad.
Luego de fugarse, asistió a un seminario de bienes raíces en San Diego y, al estar desaparecido, fue declarado muerto.
Sin embargo, Myers nunca murió y con 34 años vivió otra vida en Baja California. Meses después se trasladó a Palm Springs y en su nuevo hogar conoció a quien sería su pareja gay por los próximos 16 años.
Ya en 2007, y con 50 años de edad, regresó con su familia para volver a su vida anterior, pero nadie quería volver a saber nada de él.
Destaca ElCivico de Argentina que ahora, las hijas de Myers pasan por varios canales de televisión contando su indignación. «No creo que él sea capaz de amar a nadie más que a sí mismo», aseguró Kristen.
Además de la negación de su antigua familia, la desaparación de Eric desencadenó una serie de problemas legales: la compañía de seguros reclamó la devolución de los 800 mil dólares más intereses, que le otorgó a la familia como parte del seguro, situación por la que está en litigio en la actualidad.