Los adultos mayores que sufren de anemia (unos niveles de glóbulos sanguíneos inferiores de lo normal) podrían estar en mayor riesgo de demencia, sugiere un estudio reciente.
La anemia afecta hasta al 23 por ciento de los adultos mayores, señalan los investigadores.
«Con la anemia, hallamos un aumento del 60 por ciento en el riesgo de demencia. Tras controlar otros factores, como otras enfermedades médicas, la demografía, etcétera, el aumento del riesgo permaneció entre un 40 y un 50 por ciento», apuntó la autora líder del estudio, la Dra. Kristine Yaffe, profesora de psiquiatría, neurología y epidemiología de la Universidad de California, en San Francisco.
«Dado lo común que son tanto la anemia como la demencia en los adultos mayores, prestar más atención a la conexión entre ambas es importante, y creo que hacer pruebas de anemia en los adultos mayores tiene sentido», planteó Yaffe.
Pero el estudio de más de 2,500 hombres y mujeres a partir de los 70 años no prueba en realidad que la anemia provoque demencia.
«Como lo estudiamos prospectivamente, creemos que, hasta donde podemos determinar, la anemia se relaciona causalmente con la demencia, pero con los estudios observacionales nunca se puede afirmar con certeza. Pero hicimos todo lo que pudimos por excluir otras explicaciones», señaló Yaffe.
La función de los glóbulos rojos es llevar oxígeno por todo el cuerpo. Cuando se sufre de anemia, llega menos oxígeno a las neuronas, explicó Yaffe. «Creemos que la asociación tiene que ver con el poco oxígeno que llega al cerebro», dijo.
La anemia también podría indicar una mala salud general, anotaron los autores del estudio. Las causas de la anemia incluyen la deficiencia de hierro y la pérdida de sangre. El cáncer, la insuficiencia renal y ciertas enfermedades crónicas también pueden provocar anemia.
El estudio, que aparece en línea el 31 de julio en la revista Neurology, debe servir como recordatorio para los médicos de que muchas afecciones pueden conducir a la demencia, y que tratarlas podría proteger del declive mental, apuntó un experto.
«Nuestra preocupación sobre la mayor visibilidad y prevalencia de la enfermedad de Alzheimer es que algunos médicos se verán tentados a ir directo al diagnóstico sin primero haber seguido la regla de ‘descartar las causas reversibles'», comentó el Dr. Sam Gandy, director del Centro Mount Sinai de Salud Cognitiva, en la ciudad de Nueva York. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia.
«Siempre debemos intentar excluir las causas tratables y reversibles de la demencia, como la depresión, las deficiencias nutricionales, los trastornos endocrinos y los trastornos metabólicos antes de apresurarnos a diagnosticar Alzheimer «, señaló.
Durante el estudio, todos los participantes recibieron pruebas para la anemia, la memoria y el pensamiento en el transcurso de once años.
Casi 400 participantes estaban anémicos al inicio del estudio. Durante el transcurso del estudio, alrededor del 18 por ciento de los participantes (455) desarrollaron demencia, hallaron los investigadores.
De los participantes con anemia, el 23 por ciento contrajeron demencia, frente al 17 por ciento de los que no sufrían de anemia.
Las personas anémicas al inicio del estudio presentaban un aumento del 41 por ciento en el riesgo de demencia en comparación con los que no tenían anemia, después de que los investigadores tomaran en cuenta factores como la edad, la raza, el sexo y el nivel educativo.
Se necesita investigación adicional para confirmar esta asociación antes de que se hagan recomendaciones sobre la prevención de la demencia, sugirieron los autores del estudio.
Fuente Holadoctor.com