Algunos creen que el gusto por el alcohol se trae desde el vientre de la madre, y al parecer no sería una teoría tan descabellada según un estudio realizado en el instituto McKnight Brain de la Universidad de Florida.
La investigación fue dirigida por la neurocientífica Nicole Avena, quien presentó los resultados en la 121 Convención Anual de la Asociación Americana de Psicología (APA).
De acuerdo a los resultados, las crías de ratones alimentados con una mayor cantidad de alimentos grasos y azucarados, presentaron un mayor interés por el alcohol.
“La mayoría de las mujeres en EE.UU. a la edad de procrear tienen sobrepeso, y esto es muy probablemente debido a comer en exceso los alimentos sabrosos, ricos en grasa, y con alto contenido de azúcar que encuentra por todas partes en nuestra sociedad”, indica Avena, según publica La Tercera.
“El aumento de la obesidad prenatal e infantil y el aumento en el número de jóvenes que abusan del alcohol y las drogas amerita mirar en todas las posibles raíces de estos problemas”, sentenció la investigadora.
Pero no sólo el alcoholismo podría ser una consecuencia de una dieta rica en grasa, sino que además, la investigación mostró un aumento de triglicéridos a niveles de riesgo que incluso podrían provocar un ataque al corazón.