Si a media noche te despierta tu hijo o hija porque no se siente bien y de repente lo tocas y te das cuenta de que está muy caliente, de inmediato sabes que algo no anda bien. El aumento en la temperatura corporal, mejor conocida como fiebre, puede alarmarte, porque indica que el cuerpo de tu hijo o hija está combatiendo una infección. Pero precisamente por eso, debes entender que la fiebre no es mala. Es una defensa del organismo y es saludable. Sin embargo, debes estar atenta(o) a que no suba demasiado porque entonces, sí puede causar problemas. Aquí te cuento más acerca de la fiebre en los niños y cómo detectarla.
Una madre siempre sabe cuando su hijo no está bien. Probablemente, si eres mamá, ya te habrás encontrado más de una vez con la fiebre. Una vez sospechas que la temperatura está más alta de lo normal, de seguro has corrido a traer el termómetro para tener la certeza de que se trata de fiebre. Y si lo confirmas, viene la siguiente pregunta:¿qué puede estar causando que mi hijo(a) tenga fiebre? ¿es necesario llamar al médico?
Estas son preguntas normales y acertadas. Para empezar, te recuerdo que la fiebre ocurre cuando el termostato del cuerpo, ubicado en el hipotálamo (que se encuentra en el cerebro), eleva la temperatura como respuesta a una infección, enfermedad o alguna otra causa. Por lo general, dicho termostato le indica al cuerpo que se mantenga a una temperatura promedio de 98.6°F/37°C. Pero si el cuerpo detecta que hay un organismo extraño circulando por ahí, de inmediato hace que ese termostato suba la temperatura para hacerle la vida más difícil a ese “intruso”.
Es justamente por eso que la fiebre se considera una respuesta saludable del cuerpo, por ejemplo, para combatir una infección. Por eso, no todas las fiebres se deben tratar. Sólo aquellas que son muy altas, para evitar complicaciones. Recuerda que la fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de alguna enfermedad.
Las causas más comunes de la fiebre, son:
- Infecciones (respiratorias, gastrointestinales, cutáneas (de la piel), entre otras)
- Vacunas. Ocurre ocasionalmente que los niños reaccionen a las inmunizaciones con una fiebre baja.
- Demasiada ropa: en los bebés que aún no pueden regular la temperatura de su cuerpo, el vestirlos con mucha ropa puede ocasionar que les de fiebre. Sin embargo, si se trata de bebés pequeños, debes consultar con su médico porque la fiebre en los infantes puede indicar algo serio.
Si llamas a tu pediatra cuando tu hijo(a) tiene fiebre, seguramente que además de su temperatura, te preguntará cómo se está portando. ¿Está de buen ánimo y tiene energía para jugar? O ¿está irritable y con letargo? Estas preguntas le dan al médico las claves para determinar si se trata de algo más serio que debe ser evaluado.
Por lo general, si la temperatura de un niño(a) con fiebre no supera los 102°F /38.9°C, el médico te indicará que no requiere medicamentos a menos que el niño esté muy molesto. Pero como toda regla tiene su excepción, hay una, en este caso, muy importante: si se trata de bebés menores de 3 meses y la temperatura rectal (medida en el recto o ano del pequeño) es de 100.4°F/38°C o más alta debes llamar al médico o llevarlo a la sala de emergencia de inmediato para que lo revisen porque puede indicar alguna infección seria que requiere tratamiento urgente.
Cuando la fiebre de un niño entre los 3 meses y los 3 años es mayor a los 102.2°F /39°C, observa atentamente su comportamiento. Si aún está interesado en jugar, come y bebe de manera normal, está alerta y sonriente, tiene un color de piel normal y en general se recupera cuando le baja la fiebre, puede tratarse de algo sin importancia. Pero si sucede lo contrario, lo debe ver el pediatra.
Se recomienda que le midas la temperatura con termómetros digitales. Los termómetros de mercurio aumentan el riesgo de que se expongan a esta sustancia que es perjudicial para la salud y el medio ambiente, informa vidaysalud.com, en su portal.
Si tienes preguntas acerca de la fiebre en los niños, consultar con tu médico, especialmente sobre los medicamentos que puedes darles para bajarla y para aliviar los síntomas. Nunca temas llamar o visitar a tu médico cuando se trata de la seguridad y la salud: siempre es mejor prevenir que curar.