La leyenda del atletismo dominicano Félix Sánchez, de casi 36 años, se clasificó este lunes sin problemas para las semifinales de los 400 metros vallas del Mundial de atletismo de Moscú y tras su estreno dijo sentirse capaz de lograr el oro, apuntando entre risas que no llorará esta vez.
«Este año no vamos a ver lágrimas, vamos a gozar», afirmó al ser preguntado sobre cómo tiene pensado celebrarlo en la pista si consigue un nuevo éxito.
En 2012, Sánchez protagonizó una de las imágenes de los Juegos Olímpicos, cuando tras ganar por sorpresa el oro lloró de emoción en el podio, dedicando el triunfo a su abuela fallecida, mientras sostenía una fotografía de ella.
‘Supermán’ ganó este lunes la tercera de las cinco series, con un tiempo de 49.20, y busca su tercer oro en Mundiales, después de haberse impuesto en Edmonton-2001 y París-2003, además de contar con una plata en Osaka-2007 y un cuarto puesto en Daegu-2011.
«El oro es posible. Yo quiero ser el único atleta que gana tres Mundiales en esta prueba. En 2007 fue mi última medalla en un Mundial, plata en Osaka, y en 2011 me quedé cerca, terminé cuarto», recordó.
«No estoy en la misma forma que el año pasado, así que no creo poder correr con el mismo tiempo que en Londres (47.63), pero creo que aquí correr en 47.70 o 47.80 ya puede valer para ganar. Somos como diez atletas que estamos en medio segundo, así que la semifinal también será complicada y, una vez en la final, todo es posible», aseveró.
En su serie avanzó con un tiempo sensiblemente superior, pero subrayó que su objetivo tanto en primera ronda como en semifinales no es el tiempo, sino avanzar y no sufrir desgaste físico.
«Hay que cuidarse y conservar lo más posible. El 70% de los atletas en una final corren más lento que en la semifinal y eso es porque no conservaron lo suficiente en la semifinal, como para demostrar y correr más fuerte en la final. Espero poder llegar a la final y ganar otra medalla para el país», explicó.
La estrella dominicana dijo que había sentido que llevaba el control de la carrera y que no llegó a sufrir.
«Me sentí bien, como de la salida hasta la décima (valla), en control totalmente de la carrera. Me relajé y me descuidé en la séptima. Cuando vi que estaban un poco más cerca de lo que quería, fui un poco más. Me sentí bien y controlé la carrera, conservando lo más posible para la semifinal», relató.
Si mantiene sus planes anunciados de retirarse el próximo año, Moscú-2013 es su despedida de los Mundiales y de las grandes competiciones, por lo que quiere mantener la concentración al máximo e irse con un buen resultado, para poner un broche de oro a una carrera llena de éxitos.
Para evitar distracciones, incluso cambió de hotel en Moscú, dejando el alojamiento en el que están alojadas gran parte de las delegaciones de atletas.
«Me siento bien. Salí del hotel Cosmos y me fui a otro para estar más tranquilo. Me sentía más cómodo yo solo, así puedo enfocarme bien y por eso cambié de hotel», dijo.
La plusmarca personal de Sánchez, nacido en Nueva York, siguen siendo los 47.25 que le permitieron colgarse el oro mundial en el Stade de France de Saint-Denis, en la periferia norte de París, en 2003, hace justo una década.
Esta temporada, su mejor tiempo ha sido de 48.58, conseguido a principios de julio en Lausana (Suiza), en la reunión Athletissima del circuito de la Liga de Diamante, en la que se impuso el boricua Javier Culson, otro de los grandes aspirantes a las medallas en la cita rusa.
La semifinal de 400 metros vallas tendrá lugar el martes y la gran final, para la que Sánchez apunta alto, el jueves.
afp