Rachel Wolf organizó una boda «ficticia» sólo para concederle a su padre uno de sus últimos deseos antes de morir: bailar con ella el vals el día de su casamiento. James padece cáncer de páncreas y, según sus médicos, su pronóstico es terminal, sólo le quedan algunas semanas de vida.
La celebración fue «casi» real: limusina, vestido, peinado, , ramo, pista de baile, música e invitados. Tuvo lugar en un parque de Auburn, California, Estados Unidos. Para sorprenderlo, la joven de 25 años organizó en 10 días una fiesta con la ayuda de todos sus vecinos, su madre y sus hermanas para que juntos pudieran disfrutar de un último baile. La canción que eligieron fue «Cinderella», de Steve Curtis Chapman.
Lo extraño del caso es que Rachel no se va a casar, no está comprometida y ni siquiera tiene novio. Pero simuló ese mágico momento para compartirlo juntos. El baile se filmó y será guardado para reproducirse en día que el verdadero casamiento tenga lugar.
Destaca Entremujeres.com que la noticia conmocionó a todo el pueblo y logró un lugar en la programación del canal local «KXTV», aliado a la CNN, y luego fue reproducida por el noticiero «USA Today». Emocionado por el esfuerzo de su hija, James aseguró: «Cada día, tenemos una opción. Tenemos la opción de amar o no a esa persona que está frente a nosotros. Lo más importante en la vida son las relaciones que se construye a través de los años. Todo lo demás es una ilusión».