Brasil busca resguardar la seguridad de sus comunicaciones con un satélite, redes y almacenamiento digital propios, sin depender plenamente de Estados Unidos, país recientemente acusado de espiar en territorio sudamericano.
“Brasil ha defendido una descentralización mayor: la gobernanza de internet tiene que ser multilateral y multisectorial con participación más amplia”, dijo el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo.
El ministro denunció “una fuerte concentración del tráfico (de internet)” en empresas en Estados Unidos y recordó que las acusaciones de espionaje hablan del uso de redes de compañías de telecomunicaciones de ese país para la captura de datos.
Junto con el jefe de ciencia y tecnología del ejército, el general Sinclair Mayer, Bernardo concurrió a una audiencia pública en el Congreso sobre las denuncias de espionaje practicado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, en inglés) de Estados Unidos.
Bernardo recordó que Brasil está finalizando la selección de las empresas que se encargarán de construir y lanzar el denominado satélite geoestacionario de defensa y comunicaciones estratégicas para prestar servicios al gobierno.
El ministerio de Comunicaciones informó el martes que, tras un proceso de selección, la empresa Thales Alenia Space fue designada como proveedor del satélite, mientras que la compañía Arianespace lo lanzará al espacio, lo que se prevé ocurra en el 2015.
Mayer agregó que el Gobierno está construyendo cableados submarinos para unirlos a Europa y África, para que el tráfico internacional de comunicación y datos no tenga siempre que pasar por Estados Unidos.
El gobierno también alienta a las empresas de telecomunicaciones locales a tener centros de datos propios ajustados a legislación brasileña.
Bernardo sostiene que la NSA no sólo hace recolección de metadatos -como, según Brasil, le explicó Estados Unidos tras las acusaciones de espionaje- sino que realiza un “monitoreo mucho más profundo”.
En el caso de las denuncias de espionaje, los metadatos hacen referencia a información vinculada a direcciones de correos electrónicos (remitentes y destinatarios), tráfico de llamadas telefónicas (números discados y duración), pero sin conocer su contenido.
Basado en documentos filtrados por el exconsultor de inteligencia Edward Snowden, el diario O Globo informó en julio que Brasil formó parte de una red de 16 bases de espionaje operadas por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que intervinieron millones de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
El canciller de Brasil, Antonio Patriota, dijo que si Estados Unidos no explica de manera satisfactoria el espionaje, sembrará la desconfianza en las relaciones bilaterales.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, respondió que Brasil recibirá las explicaciones correspondientes, tras reunirse con Patriota el martes en Brasilia.
AFP