La mayoría de las calles y aceras del Gran Santo Domingo se han convertido en parqueos, donde se observan a “parquímetros humanos” que se ganan la vida cobrando por este servicio.
Julio Antonio Berroa, de 29 años, tiene tres hijos y es un parqueador con 15 años en ese oficio. A diario se traslada desde Pantoja hasta La Feria para ejercerlo.
Mientras Yunior Mejía y Amado Peña prefieren lavar vehículos, trabajo por el que cobran entre 50 y 100 pesos. Dicen que le genera mayor ingreso que el de parqueador, al que a veces un conductor se niega pagarle por utilizar el espacio público que ese oficio ha privatizado.
Estos parqueadores expresan que cuando llueve es donde menos dinero producen, ya que los ciudadanos se niegan a lavar sus vehículos.
El pago por el servicio informal de estacionamiento es opcional, aseguran. Sin embargo, muchos de estos cuentapropistas utilizan tickets con un valor nominal que a veces supera los 100 pesos y que entregan a los conductores, con el propósito y con el obvio mensaje de que les pague. Esto es más frecuentes en los eventos que se realizan en la zona Colonial, Ciudad Nueva, en las inmediaciones del Malecón.
Explican que están formando un sindicato y que los robos de vehículos y objetos que son dejados dentro de los mismos han disminuido en un 90 por ciento por ellos estar al pendiente.
Según el secretario general del Ayuntamiento del Distrito Nacional, Andrés Navarro García tanto los parquímetros humanos como los choferes violan las leyes de tránsito.
La solución a este problema consiste en aumentar la oferta formal de parqueos en los lugares de mayor concentración, afirma Navarro.
Las autoridades indican que no existe ninguna norma que obligue a pagar por el servicio de parqueador, ya que nadie tiene derecho adquirido sobre los espacios públicos.
Fuente: noticiassin.com
Foto: dtezanos.wordpress.com